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Eugenio del Caño Hernández (Tordesillas, 1900) se fue a Madrid a aprender el oficio de pescadero. A su vuelta, en 1924, abrió su propio negocio al que bautizó como La Central. 'El Madriles. La Central. Pescadería madrileña', rezaba el gran rótulo que colocó sobre su puesto en el mercado vallisoletano. «A mi abuelo todo el mundo le conocía como 'el Madriles' porque se había ido a Madrid a aprender el oficio», recuerda Eliseo Gonzalo del Caño (Valladolid, 1959), nieto de Eugenio y actual propietario de la pescadería La Madrileña. «Primera casa en pescados frescos, la que más barato vende. Precios especiales para comunidades religiosas, colegios e institutos militares. Visiten esta Casa y se darán cuenta de los precios reducidos a que vende», podía leerse en la publicidad del comercio de aquella época.
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Sonia Quintana
Mercado del Val 66, 68 y 70. Tres puestos que Eugenio del Caño regentaba junto a su mujer, Tomasa Casado Sánchez (Torrecilla de la Orden, 1904), y varios empleados. El matrimonio tuvo seis hijos: Hilario, Benita, Pilar, Dorita, José Luis, 'Josete', y María Ángeles, 'Mari'. Todos estuvieron relacionados con el negocio familiar hasta su jubilación. Eliseo, el propietario actual, es hijo de Pilar, la tercera de los hermanos Del Caño Casado, quienes en 1980 crearon la empresa Hijos de Eugenio del Caño S. A. para continuar con los pasos de su padre. «Se dividió la sociedad en acciones y se repartieron entre los hermanos. Cuando se iban jubilando, las acciones iban cambiando de manos entre los que quedaban hasta que se jubiló Mari, la pequeña», explica Eliseo sobre el devenir del negocio de sus abuelos maternos.
En los años ochenta, además del puesto del Mercado del Val, el negocio contaba con una sucursal en el número 3 de la calle Bolivia, en el barrio Arturo Eyries. «Después también hubo una tienda en la calle Toreros», cuenta Eliseo, quien añade que fue en aquel 1980 cuando la pescadería cambió el nombre por el de La Madrileña. «Cuando se funda la sociedad es cuando se le pone el 'La'; hasta entonces era Pescadería Madrileña». «De la época de mis abuelos recuerdo que contaban el frío que hacía dentro del mercado. A lo que había que sumar que para su puesto traían el hielo en bloque y había que picarlo. Contaban que antes de que abrieran al público en invierno calentaban el mercado quemando leña dentro de aquellos bidones de obra metálicos», comparte Eliseo.
Desde 2009 Eliseo Gonzalo del Caño está al frente del negocio familiar y es el único accionista de la sociedad. De la familia solo queda trabajando en el puesto del mercado, el número 40 desde la reforma de 2016, su primo Juan Carlos, hijo de Benita, la mayor de las hermanas Del Caño Casado. Tras pasar unos años por la Facultad de Medicina, Eliseo se quedó trabajando en el comercio familiar, en el que lleva desde los 23 años. Aunque no cree que haya relevo generacional -«porque nuestros hijos se han dedicado a otras profesiones»-, está convencido de que a La Madrileña le quedan todavía muchos años de vida. «Tiene mucho futuro en el mercado; para mí, el mejor de Castilla y León y uno de los mejores de España», declara Eliseo.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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