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Vicente Castro Sánchez (Salamanca, 1914) heredó de su tío materno, Diego Briz Blázquez (Valladolid, 1871), la carnicería que éste tenía en la caseta número 18 del primer mercado del Campillo; el de la Plaza de España, inaugurado en 1880 y demolido en 1957. Tras quedar huérfano de padre y madre, Vicente se vino a Valladolid a vivir con sus tíos maternos, Diego Briz y su mujer, Jerónima Sánchez García, hermana de su madre; concretamente al número 18 de la calle Perú. Considerado un «prestigioso industrial de esta ciudad», Diego Briz llegó a ser, en 1929, secretario de la Sociedad de Salchicheros. Diego y su mujer tuvieron dos hijos: Francisco y Florencia. El varón, agente del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, murió en 1941 a los 37 años. Fue su primo Vicente quien se quedó al frente de la 'salchichería especial' -tal y como se publicitaba en la época- del mercado del Campillo, cambiando el nombre por Salchichería V. Castro, sucesor y sobrino de D. Briz. Diego Briz murió en 1966 a los 95 años.
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Sonia Quintana
Cuando cerró el primer mercado del Campillo, Vicente Castro trasladó su negocio al nuevo mercado, entre las calles Vega, Panaderos y Hostieros. Casado con la palentina Teodora de la Calle Bello (Torquemada, 1915), el matrimonio tuvo solamente una hija, María del Carmen Castro (Valladolid, 1941), quien pronto comenzó a trabajar en el negocio familiar. «En el segundo Campillo la cabina daba a la calle. Cuando se levantó el actual, a mediados de los años ochenta, mi madre no quiso seguir ahí porque no veía la luz de la calle y eso le agobiaba. Duró allí seis meses», recuerdan Jose, 'Jota', y Javier Gómez Castro, hijos de María del Carmen y actuales propietarios del negocio, hoy situado en el número 3 de la calle Vega Sicilia.
Casada con Anastasio, 'Tasín', Goméz Ruiz (Valladolid, 1941), el matrimonio estuvo al frente del negocio hasta la jubilación de ambos. «Mi padre era ganadero y compaginaba su trabajo de comprar, vender y criar terneros con el puesto del mercado. Formaron un tándem perfecto«, aseguran los dos hijos de la pareja. »Dejaron a un sobrino de mi padre trabajando en el puesto del Campillo y abrieron una nueva carnicería en la calle Hostieros, donde mi madre podía ver la luz natural. Así convivieron las dos carnicerías, ya bajo el nombre de M. Castro (por María del Carmen) hasta el año 1992, cuando mis padres decidieron dejar el puesto en el mercado«, explica Javier Gómez Castro (Valladolid, 1977).
A mediados de los años noventa adquirieron una nueva carnicería en el número 17 del Paseo de Zorrilla. «Era de un amigo de mi padre, Dámaso Vergara, que se jubilaba y le propuso a mi padre que se quedara con ella». Y así lo hizo. Tras la jubilación de sus padres, Jota (Valladolid, 1968) se quedó al frente de la tienda del Paseo de Zorrilla y Javier, de la de la calle Hostieros. «En 2019 surgió la oportunidad de comprar una carnicería en la calle Vega Sicilia y aquí estamos los dos juntos desde hace cuatro años. Cerramos las tiendas de Hostieros y el Paseo de Zorrilla y nos vinimos aquí juntos«, cuenta Jesús, quien no sabe si tendrán relevo generacional. »Es un trabajo muy sacrificado«, apunta.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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