Valladolid desaparecido

El palacio de los marqueses de Frómista en la plaza de San Miguel

El edificio del siglo XV fue derribado en los años sesenta del siglo XX para edificar en su solar un bloque de viviendas

Sonia Quintana

Valladolid

Miércoles, 7 de febrero 2024, 00:23

Ubicado en la plaza de San Miguel -«junto a las casas de Bartolomé Bustamante y las de los capellanes de doña Mencía de Guevara»- se hallaba el palacio de Jerónimo de Benavides, I marqués de Fromista. Hijo de Luis de Benavides, V señor de Frómista, ... y Aldonza de Bazán, Jerónimo heredó, en 1553, los bienes familiares, entre los que se encontraban «unas casas principales en esta villa [Valladolid], frontero a la iglesia de San Miguel y otras pequeñas junto a ellas». Construido a finales del siglo XV, según el profesor J. J. Martín González, el inmueble se mantuvo en pie, y en uso, hasta los años sesenta del siglo XX, cuando fue derribado para edificar en su solar el actual bloque de viviendas, que hace esquina con la calle Gardoqui.

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Situado «frente a la puerta accesoria de la parroquia de San Miguel y calle que va a las Brígidas», el palacio de los marqueses de Frómista -Jerónimo de Benavides y Ana María de Zúñiga y Bazán- fue vecino, a partir del siglo XVI, de uno de los mejores inmuebles señoriales de Valladolid, también hoy desaparecido: el Palacio Gardoqui o del conde de Fontanar. En aquellos años, siendo propiedad ya del II marqués de Frómista, Luis de Benavides y Zúñiga, hijo de Jerónimo de Benavides y Ana María de Zúñiga, estaba arrendado a Antonio Enríquez de Guzmán y Toledo, recibidor de la orden de San Juan, hijo y hermano de los condes de Alba de Aliste.

A mediados del siglo XVIII, la propiedad de los marqueses de Frómista en Valladolid estaba compuesta por «cuarto del terreno natural, otro entresuelo y principal, patio y dos corrales; linda por su fachada principal con la plazuela titulada de San Miguel, por su costado derecho con casa del párroco o curato de San Miguel, por el izquierdo con otra casa perteneciente a la capellanía del Dirige (sic), y por lo accesorio con el convento de las monjas de Santa Brígida». La propietara era entonces María Luisa Téllez-Girón y Fernández de Velasco Tovar y Guzmán, VIII marquesa de Frómista, hija de Francisco María de Paula Téllez-Girón Benavide, VI duque de Osuna, y nieta de Ana Antonia Benavides Ponce de León, marquesa de Frómista.

Edificio de viviendas levantado sobre el solar que dejó el palacio de los marqueses de Frómista. Rodrigo Ucero

Los marqueses de Frómista residían entonces en Madrid, pero la casa estuvo alquilada hasta 1850, año en que se puso a la venta a censo reservativo. El arquitecto Julián Sánchez García hizo su valoración y Ricardo Martínez Soberano la adquirió por 36.666 reales. A mediados del siglo XX únicamente quedaba en pie el inmueble principal. Conservaba todavía su puerta de arco de piedra con grandes dovelas, su gran zaguán con techo de viguería que se apoyaba en zapatas, su patio palaciego con columnas de fuste liso de una sola pieza cuyos capiteles tenían decoración de tallos y frutos y los frentes con escudetes. El entablamento del piso alto descansaba sobre unas zapatas de madera que a su vez se apoyaban en las columnas. Se derribó en los años sesenta.

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