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Valladolid, piedra sobre piedra

El palacio que se levantó sobre el cementerio mudéjar de Valladolid

Desde 1973 el edificio, conocido hoy como Casa del Estudiante, pertenece a la Universidad y su interior fue adaptado para albergar dependencias administrativas

Sonia Quintana

Valladolid

Martes, 7 de marzo 2023, 00:05

Con medio millar de fieles, la de Valladolid fue la tercera comunidad islámica de Castilla y León más numerosa. Durante los siglos XIII y XIV un buen número de ellos habitaba en el barrio de San Martín. Muy cerca, en el Prado de la ... Magdalena, estuvo el primer cementerio musulmán de la ciudad desde el siglo XII hasta 1502; luego se sustituyó por otro en las inmediaciones de la Academia de Caballería, en el Paseo de Zorrilla. Sobre los restos del primero se levantaron en el siglo XVI dos palacios, que se conservan en la actualidad. Ambas edificaciones, transformadas hoy en su configuración para acoger dependencias administrativas de la Universidad de Valladolid, forman la Casa del Estudiante.

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Una de las dos edificaciones palaciegas la mandó edificar Pedro Lasso de Castilla, casado con María de Zúñiga, señora de San Martín de Valvení; la otra perteneció a la familia Villafañe, descendientes de Álvar Fáñez y Mayor Pérez, primogénita de Pedro Ansúrez, fundador de Valladolid, y Eylo Alfonso. En 1780 eran las monjas de Santa Ana las que ocupan estas casas. Posteriormente, una de ellas fue ocupada por las Madres Oblatas, que construyeron al lado una iglesia; y la otra se ocupó con dependencias de la Chancillería.

En 1840 la Junta de Beneficencia adquirió la casa del número 15 para instalar allí el asilo para personas mayores o Casa de Beneficencia de la ciudad. Debido al gran número de pobres existente en Valladolid a principios del siglo XIX, el presidente de la Real Chancillería y de las Juntas de Policía y Sanidad de Valladolid, Carlos O'Donnell, impulsó la creación de un hospicio para pobres. El lugar escogido para ubicar el asilo fue el edificio del número 18 de la calle Boariza, actual María de Molina, junto al solar sobre el que hoy se levanta el Teatro Lope de Vega. Cuando aquella casa se quedó pequeña los padres capuchinos del convento de San José acogieron a los mendigos hasta que en 1840 la Junta de Beneficencia adquirió este palacio. En septiembre de 1979 la Casa de Beneficencia se trasladó a sus nuevas instalaciones en el número 6 del Camino del Cementerio, donde se encuentra la Residencia de Personas Mayores.

Los elementos más destacados de ambos palacios son las portadas, que ocupan posiciones centrales en cada una de las fachadas de ladrillo con zócalo de piedra. Las dos portadas constan de arcos de piedra de medio punto enmarcados entre columnas adosadas y con elementos ornamentales. En una de ellas están las tallas de dos niños llevando escudos y en la otra portan candelabros.​

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Desde 1973 los dos palacios pertenecen a la Universidad de Valladolid. Se han realizado varias reformas y restauraciones que han mantenido el carácter nobiliario original de los edificios primitivos; las más importantes fueron en 1987 y en 1990.

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