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Obreros ferroviarios de Valladolid a principios del siglo XX. EL NORTE

El cronista, historia de Valladolid

El ferroviario más antiguo de Valladolid se jubiló a los 81 años

Alberto Tabernero Leger se despidió en marzo de 1927, después de 63 años y 8 meses trabajando en la Compañía del Norte

Enrique Berzal

Valladolid

Martes, 9 de julio 2024, 06:51

Su nombre trascendió las noticias locales para saltar a las páginas de los periódicos nacionales. No era para menos. Alberto Tabernero Leger tenía 81 años cuando se jubiló como trabajador de la Compañía del Norte. Era el ferroviario más antiguo de Valladolid, pues había ingresado ... en la empresa en 1863, apenas dos años después de que la Sociedad de Crédito Mobiliario levantara los Almacenes Generales y los Talleres Centrales de Reparación de Material Rodante, convertidos desde entonces en pieza clave tanto para la Compañía como para la fisonomía social y urbanística de la ciudad. Computaba 63 años y 8 meses cuando se jubiló.

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Tabernero, vallisoletano nacido en 1846, procedía de una familia muy humilde. Tuvo que trabajar desde niño hasta que en 1863 fue fichado por la pujante sociedad ferroviaria. Su primer sueldo fue de 75 pesetas. Como buena parte de los ferroviarios de la ciudad, vivía en el barrio de San Andrés, concretamente en la calle Mantería, y formó parte de sociedades de ayuda mutua desde la década de los 80. La más importante, la Sociedad de Socorros Mutuos de San Roque, que contribuyó a impulsar y de la que fue presidente en 1897. También participó activamente en la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de San Andrés.

Arriba, vías y dependencias de Norte a mediados del siglo XIX. Abajo, la estación en los años 20 y Alberto Tabernero el día del homenaje por su jubilación, 10 de marzo de 1927. ARCHIVO MUNICIPAL/EL NORTE

Casado desde 1879 con Marina Pascual Sedano, con la que tuvo un hijo, con el paso del tiempo fue mejorando su situación laboral y logrando ascensos: primero como jefe de oficinas, y, desde 1912, al frente de la Secretaría de los Talleres principales. Profesor en el Centro Instructivo Ferroviario en los años 20, también se comprometió políticamente, hasta el extremo de formar parte de la Junta Directiva del Círculo Liberal desde 1908. Era, de hecho, buen amigo de Santiago Alba, líder del partido en la ciudad y propietario de El Norte de Castilla. En 1903 recibió su primer galardón, el título de caballero de la Real y Distinguida Orden de Isabel la Católica por su buen hacer en Norte.

Su jubilación fue todo un acontecimiento. Se le rindió un homenaje doble. Al primero, celebrado el 10 de marzo de 1927 en la Escuela Alfonso XIII de la Compañía del Norte (creada en 1868 para impartir enseñanza elemental y primaria, de forma gratuita, a los hijos de los empleados), asistieron las máximas jerarquías de la Compañía, salvo el director general. Estuvieron, en efecto, el subdirector, Enrique Grasset, el mismo que había realizado el proyecto arquitectónico de la Estación, el ingeniero jefe, el jefe de talleres, el jefe de Depósitos, etc. Las aulas estaban abarrotadas. Para que asistieran al homenaje, la Compañía concedió dos horas de descanso a los empleados de oficinas y talleres. Todos elogiaron su trayectoria y su fidelidad a la empresa. Grasset le presentó como «modelo de asiduidad, competencia y honradez», a lo que el vallisoletano respondió restándose importancia y señalando que su actitud se había limitado «al cumplimiento estricto del deber», por lo que se consideraba «excesivamente premiado por la Compañía».

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Sus compañeros de los talleres de San Andrés enviaron un escrito de adhesión y se le entregó un artístico diploma realizado por T. Gutiérrez Cobos, empleado de la Tercera División, que en la parte de arriba contenía una alegoría del trabajo presidida por un emblema de la Compañía del Norte, y, en la parte inferior, una locomotora en marcha. Lo firmaban el presidente del Consejo de Administración, el marqués de Alonso Martínez, y el administrador director, Félix Boix. También se le entregó una gratificación de 3.000 pesetas y un billete de libre circulación por todas las líneas de la Compañía.

Pero no fue el único reconocimiento. Tres días después, 150 compañeros le organizaban un banquete en el Hotel Roma, presidido esta vez por el ingeniero jefe adjunto de Material y Tracción, Pablo Normand, acompañado por el ingeniero del Estado Leopoldo Jarauta, entre otros altos cargos de Norte. Santiago Alba le envió un cariñoso telegrama desde París. El banquete estuvo amenizado por la Orquesta Ferroviaria, que interpretó un fado y una jota. Cuatro meses después, a petición de la Compañía del Norte, el vallisoletano recibía la Medalla del Trabajo. Viudo desde junio de 1920, Alberto Tabernero falleció en Valladolid en diciembre de 1934, a los 87 años.

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