En 1949, el contratista de obras Dionisio Rincón Núñez, de Pedrajas de San Esteban, solicitó al Ayuntamiento una licencia de obras para elevar dos plantas ... y reformar las existentes del inmueble ubicado en el número 59 de la calle Panaderos, esquina con Nogal. No es el único expediente que guarda el Archivo Municipal de Valladolid sobre este inmueble. En 1870 el maestro de obras Eugenio Calvo Rodríguez acrecentó la puerta de entrada del edificio, siendo entonces propiedad de Ángel Pérez.
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En 1893, el propietario era Carlos Soto Vallejo y, aquel año, revocó la fachada; al igual que hiciera 13 años después su mujer, y entonces dueña, Margarita Balmes Fernández. Conocida anteriormente como calle de Zurradores, Panaderos se llamó durante unos años del primer tercio del siglo XX calle de Pí y Margall. Y así se denominaba cuando la viuda del «conocido abogado» vallisoletano era su propietaria.
En 1928 el inmueble era propiedad de Norberto Adulce Linares, hijo del comerciante Norberto Adulce Pérez, a quien el Consistorio requirió derribar la casa. Ese mismo año su dueño mandó construir un nuevo edificio en el solar. No fue hasta veinte años más tarde cuando el contratista Dionisio Rincón Núñez, propietario del inmueble del número 1 de la calle Nogal, adquirió este edificio para unificarlo con el primero y entonces adquirió la fachada que luce en la actualidad, diseño del salmantino Julio González Martín.
Las obras dieron comienzo a principios de 1949 y se prolongaron hasta el mes de junio de 1950. «Fue complicado. Según parece, el resultado no satisfizo al arquitecto, ya que definió su proyecto, no sin cierta ironía, como arquitectura exótica de antes de la Guerra», recoge Ignacio Guerra Núñez, doctor en Historia, en su estudio 'Azulejos historicistas y modernistas. Cerámica aplicada a la arquitectura civil de Valladolid', donde recoge los azulejos que este edificio conserva en el interior de su portal.
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Arquitecto Jefe del Ayuntamiento de Valladolid y Delegado Comarcal del Instituto Nacional de la Vivienda en Valladolid, ambos por oposición, y asesor de la Obra Sindical del Hogar, por concurso, Julio González Martín es autor, en Valladolid, entre otras, de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el edificio de Sindicatos de la calle Dos de Mayo esquina con Divina Pastora o la antigua Casa Sindical, en el número 7 de Fray Luis de León. Suyo es también el diseño de los barrios Girón y Cuatro de Marzo y más de cuarenta centros de salud en pueblos de la provincia.
De la casa del número 59 de la calle Panaderos destaca la fachada, de esquina redondeada, y la doble balaustrada de piedra blanca. De su interior, los azulejos de la fábrica sevillana La Esperanza, de Mensaque, Rodríguez y Cía, con escenas cervantinas. El contratista Dionisio Rincón Núñez, responsable, entre otras, de las obras de la red de acequias y azarbes derivadas del canal de la Retención en los términos de Grijota y Palencia, no escatimó en gastos.
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