El edificio que quería hacer sombra al Palacio Real

Fabio Nelli de Espinosa, descendiente de una familia italiana de financieros, adquirió el 31 de diciembre de 1575 por 3.500 ducados el solar y las casas que Pedro Fernández Manrique, conde de Osorno, tenía en esta zona de la ciudad. Esta venta fue realizada «por orden judicial», para pagar las deudas contraídas por su propietario. Casi veinte años tardó en finalizarse su construcción, en la que intervinieron «los mejores arquitectos del momento», tal y como señala Daniel Villalobos en la 'Guía de Arquitectura de Valladolid'. Desde Juan González de la Lastra, que inicia el palacio en 1576; hasta Pedro de Mazuecos 'el Mozo', que realizó la traza y la talla de la portada; pasando por Diego de Praves y el escultor Francisco de la Maza, quien hacia 1589 construyó la escalera y el patio, modificado sustancialmente años después por Pedro de Mazuecos 'el Mozo'. El prestigioso cantero Juan González de la Lastra también intervino en los trabajos. En 1605 y 1608 Fabio Nelli adquirió otras casas colindantes con la intención de ampliar el palacio.

El inmueble permaneció en manos de la familia hasta el siglo XVIII. Fue un biznieto de Fabio Nelli, Baltasar Francisco de Rivadeneira y Zúñiga, a quien Felipe IV otorgó el título de marqués de la Vega de Boecillo en 1663, quien añadió el escudo que hoy puede verse en la fachada, enmarcada por dos grandes torreones. Sobre la portada clasicista puede leerse tallada la frase 'Soli deo honor et gloria' ('Solo a Dios honor y gloria). En su interior destaca el zaguán, el patio, la escalera, los capiteles corintios, balaustres, balconadas, yeserías... «Un recorrido por el palacio podrá ofrecernos el placer de contemplar la calidad arquitectónica de todos sus elementos», invita Villalobos.

Fabio y Violante tuvieron dos hijas: Damiana y Leonor. El patriarca constituyó un mayorazgo para que heredase su primogénita, quien moriría tan solo tres años después de convertirse en señora del palacio. Al morir Damiana, en 1614, el mayorazgo pasó a manos de su hijo Alonso. Ocupado durante la Guerra de la Independencia por las tropas francesas, que lo utilizaron de almacén, el Palacio de Fabio Nelli está considerado el edificio renacentista del periodo clasicista más importante de Valladolid. En 1816 fue utilizado para instalar la Real Hacienda. En manos del Estado tras la Desamortización fue vendido a Felipe Tablares Maldonado, para regresar de nuevo en el siglo XX a ser propiedad estatal. En un primer momento se pensó en transformarlo en instituto femenino pero, finalmente, se convirtió en sede del Museo Provincial de Antigüedades. Hoy acoge el Museo de Valladolid. «Un 'palacio' me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tanto aprieto...». Lope de Vega tardaría aún 42 años en escribir estos versos.