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Heredada en 1633 por Antonio de la Puebla, hijo de Jerónimo de la Puebla Orejo, oidor de la Chancillería de Granada, e Inés de Camargo y Valdés, éste vendió la propiedad, situada en la entonces llamada plazuela de Menchaca, «entre las dos calles de Francos ... y la Parra», a Juan Pereira de Castro, tesorero del servicio real de Valladolid, su provincia y tierras del conde de Benavente. Pereira adquirió así las casas principales de la familia De la Puebla en Valladolid y una accesoria, que unió y mandó reedificar en un solo edificio. Casado con María de Castro, a partir del siglo XVII este inmueble vallisoletano pasó a ser conocido como Casa de los Pereira de Castro.
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Sonia Quintana
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Ya en manos de su hijo Claudio Pereira de Castro, desde 1654 tesorero de los cientos por su padre, a finales de los años sesenta de 1600, éste rehabilitó casi íntegramente el palacio familiar. En aquel entonces el inmueble estaba valorado en unos 2.000 ducados. El Archivo Histórico Provincial de Valladolid custodia un documento en el que se recoge que, en 1667, Claudio Pereira de Castro «ha hecho y edificado mucho en las dichas casas y las ha puesto en el estado en que al presente están, en que ha gastado mucha cantidad de su hacienda y caudal», tal y como recuerda Javier Urra en su obra 'Casas, casonas y algún que otro palacio del Valladolid perdido'.
Tras el fallecimiento de Claudio la propiedad de la Casa de los Pereira de Castro recayó en su hijo Luis, quien murió en este inmueble el 7 de marzo de 1723. Este militar, viudo de la peruana Antonia Fernández de Velasco, no dejó descendencia directa. El inmueble de su abuelo pasó entonces a su sobrino Pedro Fernández del Sartal. A mediados del siglo XVIII la casa pertenecía a su viuda, Ángela Cubillo, quien vivía en ella acompañada por dos nietos y dos criados. El edificio «confrontaba con otra casa suya situada en la calle de la Parra (hoy Duque de Lerma) y por la calle Francos (en la actualidad Juan Mambrilla) con otra de Valerón», apunta Urra.
En 1788 el edificio, ubicado en el número 1 de la calle de la Parra, pertenecía al Cabildo catedralicio que instaló en él el Seminario Conciliar, antes de que se construyera un edificio para tal fin. El Seminario se trasladó a la Casa de los Pereira de Castro desde la calle de la Obra (hoy Arribas), donde estuvo situado tras nacer en dependencias de la Catedral. Para ello se arregló la casa existente, según el proyecto del maestro de obras vizcaíno, vecino de Peñaflor de Hornija, Juan de Urrechaga, quien también dirigió las obras del Colegio de los padres filipinos y del Hospital General de Valladolid. De esa época era el escudo de piedra, colocado entre dos balcones del piso principal, de Luis de la Lastra y Cuesta, primer arzobispo de Valladolid. El blasón desapareció de la fachada en 1931.
En 1868 el edificio fue sede de la Sociedad Filantrópica Artística de Faustino Santamaría. De 1968 a 2018 acogió el Colegio Niño Jesús, fundado por la Congregación de las Hermanas del Niño Jesús. El edificio, hoy en obras, será una residencia de personas mayores.
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