El edificio del número 6 de la calle Cánovas del Castillo es el ejemplo más puro de arquitectura modernista catalana que existe en Valladolid, sin olvidar las influencias de esta corriente arquitectónica en la Casa del Príncipe, en el número 11 de la Acera ... de Recoletos, del arquitecto Jerónimo Arroyo. Según los expertos, esta influencia catalana es un auténtico misterio, tanto en la arquitectura vallisoletana como en la obra de su autor: el maestro de obras palentino Modesto Coloma Palenzuela (Cevico de la Torre, 1840), artífice de algunos de los edificios más espectaculares levantados en el Valladolid de finales del siglo XIX y principios del XX. El edificio de viviendas del número 6 de Cánovas del Castillo es, sin duda, uno de sus trabajos más sobresalientes.
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Sonia Quintana
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Establecido en Valladolid desde 1875, en la calle Calixto Fernández de la Torre, Modesto Coloma firmó en 1916 los planos de este inmueble, rehabilitado íntegramente en 2007. Arcos apuntados, arquillos ciegos, ventanas trilobuladas... son ejemplo de una corriente medievalista que dan a este edificio ese aire de castillo que le caracteriza. Dragones y atlantes soportan los balcones. Destacan también los miradores, con vuelo semicircular, centrados en la fachada, a modo de torre del homenaje. Una de las teorías que rodea a este inmueble vallisoletano es que Coloma pudiera haberse visto influenciado para realizar este edificio por la obra de Gaudí en Castilla y León: el Palacio Episcopal de Astorga (1889) y la Casa Botines de León (1891).
En el proyecto original solo figuran los materiales; cemento especialmente. Nada se dice de los detalles decorativos. En la obra de Coloma, cuyos encargos más significativos en Valladolid giraron en torno a la construcción de viviendas destinadas al alquiler, destaca la realización de arquitectura de ladrillo visto, sin revoco alguno; o paramento, también de ladrillo visto. En el bajo comercial del edificio del número 6 de la calle Cánovas del Castillo, hoy ocupado por la papelería Guerro, estuvo el histórico comercio La Bola de Nieve, de Gerardo Ureta Mate, entre la tienda de estilográficas Gabarrón y el Horno Francés, de Ramón Freixas. Inaugurado el 2 de mayo de 1921 era un negocio de tejidos, camisería y ropa blanca, que cerró en 1959. Este comercio era el protagonista del conocido como 'el milagro de la calle Cánovas': «La Bola de Nieve entre dos hornos -el Francés y el del Suizo- y 21 siglos sin derretirse (el alusión al comercio de tejidos Siglo XXI, ubicado en la esquina de Cánovas con Regalado)».
Modesto Coloma es también el autor de otros inmuebles de esta céntrica calle: del número 2, esquina con la calle Sierpe, y de la reforma de la fachada del número 4, también esquina con Sierpe, promovida por el pastelero Ramón Freixas en 1916, tras adquirir la antigua casa a los herederos de Romualdo Martín.
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