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Edificada a mediados del siglo XVI, dos siglos después, esta casa era propiedad de la familia Mier y Espriella. En manos de Martín de la Espriella, vecino de Llanes e hijo de Cosme Antonio de Mier y Salceda (señor de la Casa de Sánchez de ... Buelna y de la de Celis y Salceda de Liébana) y Francisca Antonia de la Espriella y Rivero, sobre quien recayó el mayorazgo de los Espriella, lindaba el inmueble por la derecha con la casa del abogado Alonso Campelo de las Ballinas y por la izquierda, con la casa de los herederos de Juan de Santa María. Situada en el número 7 de la calle San Juan de Dios, en aquel tiempo estaba alquilada por 700 reales.
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Sonia Quintana
Sonia Quintana
En 1826 la casa de los Mier y Espriella la habitaba Juan de Mata Gómez y, veinte años después, era cuartel de la Guardia Civil. En agosto de 1959 la adquirió la Compañía de Santa Teresa de Jesús quien desde 1919 había instalado su colegio en Valladolid en el número 6 de la calle San Blas. Aquel primer inmueble empezó a resultar insuficiente ante el crecimiento del número de alumnos y en 1924 la congregación religiosa compró el número 8 de la calle san Blas y el 26 de agosto de 1959, la del número 7 de San Juan de Dios, la de los Mier y Espriella, que se convirtió en el pabellón destinado a clases de Segunda Enseñanza.
El nuevo pabellón acabó resultando insuficiente y el edificio de San Blas fue demolido en 1971 casi su totalidad, a excepción de la portada. Tenía un patio columnado en tres de sus lados. En las enjutas del arco de entrada, cobijado por alfiz, se disponían dos escudos -hoy picados y reformados- que el arquitecto e historiador vallisoletano Juan Agapito y Revilla dibujó y describió en el siglo XX. Inscritos en coronas circulares de flores y cintas, el de la izquierda era cuartelado con escusón en su centro, tenía «en el primer cuartel diez figuras menudas, que no veo qué pueden ser, ordenadas en tres columnas de cuatro, dos y cuatro; en el segundo, castillo de una torre; en el tercero, león rampante; y en el cuarto, tres cruces y sobre ellas tres cabecitas agrupadas en triángulo; en el escusón se observa una cruz». El escudo de la derecha, «apenas deja notar la talla que lleva el campo», vislumbrando «así como cinco bichos (¿aves?) en cruz, y parece tener bordura de aspas», dejó escrito quien llegara a ser director del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, hoy Museo Nacional de Escultura.
Hoy este inmueble acoge un centro de formación y tecnología educativa.
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