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La calle de Chancillería casi produce vértigo, habida cuenta de la historia tan potente que evocan los edificios de la misma. Viene su nombre de la institución que se asentó en el palacio de los Vivero en el siglo XV.
Es, precisamente, lo que queda de aquel palacio lo primero que nos encontramos al recorrer la calle. El palacio que hacia 1440 se construyó por don Alonso Pérez de Vivero (su fachada da a la avenida Ramón y Cajal), vizconde de Altamira, era originalmente mucho más grande, de tal manera que ocupaba la totalidad de todo lo actualmente edificado en la acera derecha la calle de Chancillería, que en la actualidad se reparte entre lo que queda del palacio (que aloja el Archivo Histórico Provincial), el archivo propiamente de Chancillería, la biblioteca Reina Sofía (antigua cárcel de Chancillería), la casa del alcaide de la prisión (que es la sede del Instituto Universitario de Historia Simancas), y el lateral de la Casa del Estudiante (la vieja casa de Beneficencia).
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Y en la acera de la izquierda se suceden en el primer tramo un edificio de viviendas que hace esquina con la calle Padilla construido sobre el solar del palacio de Calderón –del siglo XVI-, y la Residencia de Nuestra Señora del Carmen, un centenario edificio de ladrillo.
El segundo tramo de la acera izquierda ofrece un edificio que forma esquina con Gondomar y que conserva elementos de sillería de piedra de un desaparecido edificio palaciego; y el colegio Amor de Dios en cuya esquina –ya asomando a la calle Real de Burgos-, están las dependencias del colegio dedicadas al preescolar, alojadas en un edificio de finales del XIX.
Para mejor entender la potencia histórica de la calle vamos a detenernos someramente en cada uno de sus edificios.
El palacio de los Vivero era una auténtica fortaleza con sus torres, murallas y garitas que ocupaba toda la manzana. Como todo el mundo sabe en él se casaron el 19 de octubre de 1469 –a los pocos días de conocerse- Isabel y Fernando, futuros Reyes Católicos. Mas, Vivero se puso del lado «equivocado» en las disputas palaciegas y Enrique IV le confiscó el palacio. Años después los Reyes católicos decidieron que en el edificio se ubicara la sede permanente de la Real Audiencia y Chancillería y el edificio sufrió importantes modificaciones.
En el lateral del Archivo Histórico Provincial (antes fue palacio de la Audiencia) que da a Chancillería tiene su sede la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, cuya historia se remonta a la década de 1730 y es la segunda que se creó en España, después de la de Sevilla.
De las funciones de la Chancillería ya solo queda el actual Archivo. Un depósito imprescindible para los historiadores de toda España, pues solo hubo dos chancillerías en el país: esta y la en el siglo XV se creó primero en Ciudad Real y luego se trasladó a Granada. La Chancillería de Valladolid se suprimió en 1834.
La Chancillería era generadora de gran actividad y riqueza en la ciudad. Debe tenerse en cuenta la ingente cantidad de jueces, alcaldes del crimen, oidores, procuradores, escribanos, guardias, etc. que se movía en la Chancillería. Además, los pleitos duraban incluso años y era normal que los interesados, que venían de media España, se aposentaran en la ciudad hasta que se dictara sentencia. De hecho, había posadas que estaban especializadas en acoger solo a pleiteantes, pues no solía ser gente pendenciera.
Posteriormente –finales del siglo XVII- se construyó la Cárcel de la Real Chancillería. De estilo clasicista y clara influencia herreriana, el edificio está coronado por el escudo real, aunque su blasón está picado y, por tanto, irreconocible. Desaparecida la Chancillería, siguió siendo cárcel hasta 1935, año en el que construyó la cárcel nueva que ahora es un Centro Cívico en la cercana calle Madre de Dios. No obstante, a raíz del levantamiento militar contra la República, volvió a ser ocupada durante unos años como presidio. Tras un largo abandono, en 1988 se inauguró como biblioteca universitaria tras una completa restauración, poniéndole el nombre de Reina Sofía.
Haciendo rincón con la fachada de la biblioteca, está la antigua Casa del Alcaide de la cárcel. Ahora son dependencias universitarias y en ella, como se ha dicho más arriba, está el Instituto Universitario de Historia Simancas.
Frente a la biblioteca, en la otra acera, está la Residencia de Nuestra Señora del Carmen. Se trata de un edificio en ladrillo de 1918. Está gestionada por la Asociación Vallisoletana de Ayuda a la Ancianidad y la Infancia (ASVAI). Una institución que se fundó a finales del siglo XIX y surgió al unirse la Asociación de Amigos de los Pobres y el Asilo de la Ancianidad. En 1907 crearon el Asilo de la Caridad, que así se llamó hasta el año 1962.
La calle, que desemboca en Real de Burgos, solo tiene dos edificios dedicados a viviendas y unos pocos locales comerciales, termina en el Colegio Amor de Dios (1965), cuyo centro infantil, un pequeño edificio de estilo afrancesado, fue mandado construir en 1880 por uno de los artesanos más interesantes de la historia de Valladolid, el marmolista Cazenave, que tiene notable obra en el cementerio Municipal y unas cuantas placas conmemorativas en diversos edificios de Valladolid. En él tuvo su vivienda y su taller. Posteriormente, durante un breve tiempo, fue ocupado por la Escuela de Comercio en régimen de alquiler, en la que era director Adolfo Delibes, padre de Miguel Delibes.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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