La calle Adolfo Miaja de la Muela: el eje primigenio de Parquesol

La calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela es una de las primeras calles que se formaron en el viejo cerro de la Gallinera, rebautizado en los años 70 como barrio de Parquesol. En 1980 ya eran unas cuantas las promociones que estaban en marcha en esta vía, convertida hoy en una de la arterias principales que vertebran el barrio, y las de su entorno inmediato.

El plan parcial Parquesol tiene una larga historia de gestación y avatares, con muchas luces y sombras. Su origen se remonta a cuando el promotor Antonio Alfonso, que fue presidente del Real Valladolid Deportivo entre 1967 y 1970, invirtió sus ganancias en la compra de parcelas en el citado cerro de la Gallinera, y una vez que tuvo la propiedad de la práctica totalidad de la zona, en 1974 puso sobre la mesa del despacho del alcalde un plan parcial de casi 280 hectáreas. A partir de entonces se desató una enorme polémica, pues las asociaciones vecinales, así como propietarios de otros planes parciales, se opusieron al proyecto de Parquesol. Se trataba del plan más grande que jamás había conocido Valladolid y uno de los más grandes de España. El plan Parquesol se concibió para unas 12.000 viviendas.

En 1978 comienzan a construirse las primeras viviendas, pero la Corporación Municipal de las primeras elecciones democráticas (3 de abril de 1979) paralizó el plan, entre otras cuestiones porque consideraba que había que incrementar la cantidad de suelo dedicado a dotaciones (colegios, espacios deportivos, parques...) y hacer ajustes en el viario que dieran satisfacción al enorme tráfico que se generaría en el nuevo barrio.

Después de numerosas reuniones, en las que intervenían fundamentalmente el Ayuntamiento, el promotor y los representantes de las cooperativas que ya se habían formado, hasta 1983 no se alcanzó un acuerdo definitivo. Pero en el transcurso de las negociaciones, Antonio Alfonso tuvo que abandonar el plan y la gestión del mismo se hizo a partir de ese momento con el promotor Marcos Fernández Fernández (titular hoy de la principal plaza de Parquesol).

El nombre de la calle recuerda al jurista Adolfo Miaja de la Muela (1908-1981), que estudió Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Valladolid. Sufrió la depuración y la cárcel por sus ideas republicanas. No obstante, en 1952 fue repuesto en el escalafón de catedrático, pero destinado a la Universidad de Derecho de Valencia, de la que fue decano entre 1967 y 1970, y en la que el Departamento de Derecho Internacional Público lleva su nombre.

La calle que recorremos comienza en la avenida del Real Valladolid y va subiendo entre amplios parques. A la derecha se construyeron el Polideportivo Parquesol (1992) y la piscina cubierta municipal (2003), que veinte años (el 9 de febrero de 2023) después recibió el nombre de la olímpica y medallista en los Campeonatos Europeos de natación en la especialidad de sincronizada, la vallisoletana Laura López Valle: a la entrada, una escultura, «El Lanzador», tiene la firma del escultor Ángel Membiela.

A la izquierda queda el Archivo de la Diputación de Valladolid, el acceso al Centro Asistencial Doctor Villacián (antiguo Hospital Psiquiátrico) y el Centro Meteorológico Zonal del Duero de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Antes de que comiencen los bloques de viviendas, según sigue ascendiendo la calle, la parroquia de Nuestra Señora de Prado, abierta al público en 1999, muestra sus muros, en los que la pizarra, la piedra artificial, la madera y una cubierta de cobre ofrecen una moderna arquitectura religiosa. El interior de la iglesia tiene un retablo de la escuela de Berruguete, perfectamente encajado en medio de una arquitectura contemporánea en la que domina la luz sobre el altar.

Una vez que se cruza Hernando de Acuña, una avenida que sube hasta lo alto del barrio, Adolfo Miaja de la Muela se flanquea con bloques de viviendas de doce o más alturas, en cuyos bajos se alojan los más veteranos comercios del barrio.

Uno de los buques insignia de toda esta zona comercial es el restaurante italiano Ponte Vecchio, que nació en 1993 por iniciativa del promotor Marcos Fernández junto con otros socios, con la intención de que fuera un punto de atracción tanto para los residentes del nuevo barrio como para quienes con recelo aún veían Parquesol como un lugar demasiado alejado del centro de Valladolid.

A la altura de la calle Núñez de Guzmán 'El Pinciano', que está en la acera de los impares, unos jardines nos llevan hacia el Parque del Mediodía, la zona verde más extensa del barrio, que se asoma al barrio de Arturo Eyries y al Museo de la Ciencia. Es un área verde con variedad de especies arbóreas que ideó el arquitecto municipal Pablo Gigosos.

Curioso personaje este 'Pinciano', un humanista escritor al servicio de los Reyes Católicos que alcanzó relevancia social y que los historiadores piensan que nació en Valladolid por aquello del 'Pinciano', sobrenombre con el que fue conocido.

Profesor Adolfo Miaja de la Muela termina su recorrido a la altura de la calle Amadeo Arias, en cuya esquina está la Residencia Mixta de Personas Mayores Parquesol, dependiente de la Junta de Castilla y León. Amadeo Arias fue un maestro socialista represaliado por el franquismo. Si reparamos en el callejero de Parquesol, junto al 'Pinciano' y las calles Juan de Valladolid o Hernando de Acuña, personajes de hace varios siglos, veremos que Amadeo Arias, Miaja de la Muela, Manuel Azaña o Garrote Tebar forman parte de un puñado de calles del barrio a las que en diciembre de 1982 se las puso el nombre de personas que padecieron la persecución política e, incluso, la muerte por sus ideas republicanas.

• Temas
• Parquesol
• Historia
• Callejeando por Valladolid