Los Buitres del Pisuerga en la playa de las Moreras en 1990. El Norte

El cronista | Historias de aquí

Los Buitres del Pisuerga, la banda de Valladolid al margen de etiquetas musicales

Antonio Curiel 'El Curi' lideró un grupo reivindicativo, autónomo e independiente que empezó su andadura en 1988 reclamando un lugar para el rock al grito de «aquí hay menos movida que en Zimbaue»

Jesús Anta

Valladolid

Jueves, 8 de febrero 2024, 00:19

«No estamos con el underground, ni somos heavys, ni punks, ni pachanga. Nunca nos hemos clasificado en nada». Así definía El Curi a su grupo, Los Buitres del Pisuerga. Una banda vallisoletana que tuvo una singular trayectoria en los ambientes musicales vallisoletanos y nacionales, ... entre los años 1988 y 1997.

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Los primeros meses del año 1988 la gente de Valladolid comenzó a preguntarse las razones que significaban aquellas pegatinas que iban apareciendo por todas las cabinas telefónicas, señales de tráfico y retretes de los bares en las que solo ponía «Los Buitres del Pisuerga».

Vino la respuesta en el mes de marzo. Los días 25 y 26, en la sala Pigalle, de los Alamillos, se presentó al público la nueva banda musical que había formado El Curi, un animador de las actividades del local: Los Buitres del Pisuerga.

La banda estaba compuesta por El Curi, que había regresado a Valladolid tras unos años en el País Vasco, donde creó diferentes grupos, el último, Altos Hornos de Vizcaya, y editó varios discos. En el ambiente musical de Euskadi se le consideró uno de los destacados difusores del llamado rock radical vasco. Con ese bagaje aterrizó en tierras vallisoletanas y se volcó en crear la banda, animar el ambiente musical de la ciudad, organizar conciertos y publicar fanzines.

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Alcanzaron notoriedad fuera de las fronteras vallisoletanas y actuaron en Ávila, León, Burgos, Bilbao, Sevilla y otras ciudades.

La nueva banda se formó en un animadísimo clima musical 'alternativo' en Valladolid. Por aquella época nacieron grupos tales como Replicantes, Desastre, Sri-Lanka, 39 Escalones, Acorazado Potenkin, El Clan, Es Lo De Menos, Los Paraplegikos, UA, 1 Por Ciento, Automáticos, Crom, Halley, Talion, The Bumpers, Búffalos y algún otro. Bandas que iban desde el rock sinfónico al rock radical pasando por el heavy y los más variados estilos, alguno aún por definir.

La primera actuación de Los Buitres fuera de la sala Pigalle, fue en las fiestas de San Pedro Regalado, actuando el 14 de mayo de 1988 en la Plaza Mayor, junto a los grupos Acorazado Potenkin y 39 Escalones. Y ese mismo año tocaron en la fiesta de San Juan y en las Fiestas de San Mateo. Y el año siguiente tocaron en la campa de Villalar.

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Durante unos años se convirtieron en habituales en los carteles de Carnaval, San Mateo y los conciertos de la plaza de Cantarranas.

Puede que el grupo no fuera el que más calidad tuviera, pero el carisma, y la armónica de El Curi, y su enorme vitalismo pronto hicieron que la banda alcanzara notoriedad y le llegaran los contratos.

El Curi, en 1989. El Norte

Al más puro estilo Curi, la banda no se conformaba con ir abriéndose camino, sino que pronto encabezó una campaña para denunciar que el rock no estaba debidamente considerado por las instituciones vallisoletanas a la hora de elaborar sus programaciones. Y en esa línea de protesta organizaron un concierto sorpresa el día 24 de julio del 88 sobre un escenario que estaba montado en la plaza de la Universidad. «Aquí hay menos movida que en Zimbaue», gritó El Curi, y lanzó su proclama: «Los burócratas de los despachos no saben lo que ocurre en la calle, y nos dan una propina al año. Pero las instituciones tienen las pelas y deben apoyar a los grupos», y dio el dato de que en las campañas de verano el rock no alcanza ni el 0,5%. El Curi tenía la idea de potenciar la autogestión «pero sin olvidar que existe un dinero público, parte del cual nos pertenece…» Y siguieron con su concierto-protesta en la plaza.

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Por la banda pasaron José Petite (guitarra), Urbano Canal (bajo), Goyo Matellán (batería), Álvaro (guitarra), Chaver (bajo) y Pepe (batería)

Estos conciertos improvisados, organizados en cuestión de minutos, los repitieron varias veces aprovechando cualquier escenario que hubiera en las plazas de la ciudad.

Algún efecto debió tener la campaña, pues pronto el ayuntamiento creo el programa 'Pucela Danza Rock´n Roll' en la plaza de Cantarranas. O que en las Fiestas de San Mateo de 1989 ya actuaran en el gran escenario de la plaza Mayor.

El Curi cambió el Pisuerga por el Caribe y se marchó a Cuba. Allí grabó en 2001 un disco titulado 'El Curi en La Habana'.

De Antonio Curiel 'El Curi' sabemos que nació en Pesquera de Duero un 24 de febrero, sin que él rebelara el año, acaso 1951 o 1952, y que su formación escolar pasó por un colegio religioso, por eso El Norte de Castilla encabezó un artículo sobre él de esta manera: «El Curi», de la música gregoriana al rock duro de provocación».

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Fue, sin duda, una persona con una vida intensa y movida. Antes de volver a Valladolid, había pasado por Madrid, Bilbao y San Sebastián. En todas las ciudades alternó los más variados oficios que le permitieran disponer de algo de dinero, pero con el afán de dedicarse a la música.

Los Buitres alcanzaron notoriedad fuera de las fronteras vallisoletanas y actuaron en diversas ciudades españolas, como Ávila, León, Burgos, Bilbao, Sevilla y otras.

El 24 de febrero de 1989, la banda presentó en la Casa Revilla su primer disco.

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Disco de Los Buitres del Pisuerga.

Seguidores de Iron Maiden lanzan botes

El afán polemista de El Curi no era siempre bien recibido: en el concierto de ferias de 1989 en la Plaza Mayor, un grupo de jóvenes con camisetas de Iron Maiden les lanzó botes, piedras y petardos, lo que creó un enfrentamiento con el equipo de seguridad. No obstante, se pacificó el ambiente y la banda pudo tocar sus temas más conocidos entonces: 'El Camaleón', 'El loco de Alamillos' o 'Tengo que ponerme de moda'… Letras que denunciaban la carencia de vivienda para vivir los jóvenes y su simpatía por el movimiento okupa.

En una nueva vuelta de tuerca, El Curi anuncia la creación de un grupo que en realidad no existió, o al menos no llegó a los escenarios, que llamó Las Zorras del Esgueva: incluso se anunció una actuación a la que acudió un público incondicional, pero Las Zorras no compareció.

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Dentro de su habitual espíritu reivindicativo, Los Buitres recorrieron municipios de Valladolid y provincias limítrofes exigiendo la defensa de los ríos como patrimonio de todos. Para tal fin organizaron giras siguiendo los pueblos vinculados a ríos de la Región, como el Pisuerga o el Carrión. Una actividad que desarrollaron durante varios años a partir de 1990.

Discos de Los Buitres del Pisuerga.

En 1991, El Curi hace una nueva especie de definición de su estilo: «Todavía el público no se ha enterado de cual es el camino de Los Buitres. Siempre autónomos e independientes. No estamos con las radiofórmulas ni con el underground, ni somos heavies, ni punks ni pachanga. Nunca nos hemos clasificado en nada».

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Además de El Curi, como vocalista, por la banda pasaron José Petite (guitarra), Urbano Canal (bajo), Goyo Matellán (batería), Álvaro (guitarra), Chaver (bajo) y Pepe (batería).

Sus últimas actuaciones las llevaron a cabo en 1997. Con tres discos en el mercado, la banda puso fin a su trayectoria, y El Curi se marchó a residir en Cuba, país en el que ya había estado y participado en su mundo musical.

Asentado en tierras caribeñas se dedicó por entero a la música y en 2001 graba un disco titulado 'El Curi en la Habana': cambió su chupa de cuero por una camiseta de rayas y un sombrero cubano, y pasó a ser conocido como 'El Caballero de la Habana'.

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