El almacén de tejidos de la familia del poeta Francisco Pino

Hermenegildo Gutiérrez, vocal en 1887 de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Valladolid junto con Eloy Silió (dueño de Gran Tejería Mecánica), el impresor Fernando Santarén o Gervasio Fournier (propietario del establecimiento litográfico Fournier hermanos), entre otros, estaba casado con Martina García de la Cruz. Tras la muerte de este «acaudalado y prestigioso comerciante« que «gozaba de generales consideraciones y era su crédito en el comercio uno de los más sólidamente garantizados, tanto por la seriedad que informaba todos sus actos cuanto por el buen concepto que con su trabajo constante había alcanzado» -tal y como recoge su necrológica en El Norte de Castilla el 29 de marzo de 1908- el comercio cambió su nombre a Viuda de H. Gutiérrez.

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Tres años después, tras la muerte de Martina García de la Cruz, la casa comercial pasó a denominarse Hijos de H. Gutiérrez, siguiendo como apoderado de la sociedad Andrés Gutiérrez, hermano de Hermenegildo; en el mismo cargo desde la fundación del comercio. Hermenegildo y Martina tuvieron dos hijos: María del Carmen y Hermenegildo. María del Carmen se casó con Francisco Pino Mazariegos, socio de su padre en el negocio. «Era un almacén de tejidos al mayor y tenía viajantes desde Galicia hasta Sevilla. Eran distribuidores de las mejores marcas; desde las sábanas de Burrito Blanco a las batas de Goa. Fuimos los primeros representantes de las batas de la primera firma de Amancio Ortega, después fundador de Inditex«, cuenta Francisco Pino Jiménez, hijo del poeta vallisoletano Francisco Pino Gutiérrez (Valladolid, 1910), cuyos dos abuelos, Hermenegildo y Pedro, fueron los artífices de este negocio histórico en la ciudad que en 1975 celebró su centenario.

Casado con María de Semprún y Alzurena, Hermenegildo Gutiérrez García de la Cruz tuvo cuatro hijos: José Luis, María del Carmen, Hermenegildo y Manuel. José Luis estuvo vinculado a la empresa familiar aunque se dedicó a la política, llegando a ser alcalde de Valladolid durante la dictadura franquista; Manuel fue jesuita; y Hermenegildo 'Gildo' fue quien dio el relevo a su padre en el comercio. Gildo compartía entonces responsabilidades con el poeta Francisco Pino (único hijo varón de Francisco Pino Mazariegos y María del Carmen Gutiérrez García de la Cruz) quien, a principios de los años cuarenta, comenzó a hacerse cargo del negocio familiar. «Mi padre, además de a la gerencia, se dedicada, entre otras cosas, al diseño de los escaparates y de la publicidad. Las letras HG son suyas. Le gustaba mucho el letrismo. Se parecen mucho al CH de Carolina Herrera, creada cuarenta años después», explica Francisco Pino Jiménez.

En 1955 se hizo una reforma del edificio de tres plantas y empezó también la venta al detalle. En los años setenta tuvo una sucursal en el número 14 de la calle Constitución y en 1980 HG (Hijos de H. Gutiérrez) tenía otra en el número 18 de la calle María de Molina, dedicada a la venta de tejidos y zapatos, cuando comenzó el declive del negocio. «en aquel momento daba pérdidas, tenía muchos empleados, la inflación era muy alta...», rememora con nostalgia Francisco Pino Jiménez quien recuerda a su padre «siempre trabajando en el comercio».