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Dibujo de Aparicio e Inchaurbe del comercio Almacenes Romero en los años cincuenta del siglo XX. Álbum de ka familia Calvo

Comercios históricos de Valladolid: Almacenes Los Catalanes

El almacén de tejidos con 13 balcones a la calle Platerías

El salmantino Tomás Calvo Romero abrió en 1918 las puertas de su negocio, que amplió en Portales de Especería y calle Arribas

Sonia Quintana

Valladolid

Lunes, 15 de enero 2024, 00:12

«Medias, calcetines, géneros de punto. Los que mayor surtido y colecciones presentan en Valladolid son los Almacenes Catalanes. Está claro, que siendo los más importantes, son los que mejores precios ofrecen al público. Sección exclusiva para la venta de ellos. Portales esquina Platerías», rezaba ... en 1930 la publicidad de este histórico comercio vallisoletano en El Norte de Castilla. El salmantino Tomás Calvo Romero (Villavieja de Yeltes, 1875) abrió las puertas de su negocio frente a Casa Sierra, la baulería de Pedro Sierra de la Torre, en el año 1918. Lo bautizó Los Catalanes. En aquellos años del siglo XX, en España se conocía como 'los catalanes' a los comerciantes que traían productos textiles de Cataluña y los vendían en la calle. Cataluña era entonces referente de calidad y prestigio en el sector textil.

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Placa conservada en uno de los locales del edificio de la Plaza del Ochavo que albergó el comercio de Tomás Calvo Romero. Rodrigo Jiménez

El almacén de tejidos de Tomás Calvo (y Compañía) no era el único en Valladolid que había inspirado su nombre en el 'glamour' catalán. La zapatería La Barcelonesa, por ejemplo, ya existía en la ciudad cuando el salmantino de Villavieja de Yeltes decidió instalarse en la capital del Pisuerga. La aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932 hizo a ambos comerciantes temer la pérdida de clientela y aquel mismo año los dos establecimientos cambiaron su denominación: La Barcelonesa, por Calzados Villalonga, y Los Catalanes, por Almacenes Romero. «Los Almacenes de tejidos, medias, calcetines y géneros de punto titulados Los Catalanes, por no ser catalanes, para lo sucesivo se denominarán Almacenes Romero. En el número 2 de la plaza del Ochavo«, publicó un anuncio Tomás Calvo Romero aquel año en El Norte de Castilla.

«El comercio era espectacular. Tenía 13 balcones a la calle Platerías y una gran bodega que llegaba hasta San Benito«, recuerda Consuelo Calvo del Olmo, nieta del fundador de los almacenes textiles. Casado con Balbina Cuadrillero Martín, Tomás Calvo Romero falleció en 1933 a los 58 años. Fue su hijo Tomás Calvo Cuadrillero (Valladolid, 1913) y su yerno, Raimundo García Calvo (Valladolid, 1902) -casado con su hija mayor María Luisa- quienes dieron continuidad a este comercio vallisoletano, que cerró sus puertas a principios de los años ochenta del siglo XX. «Te recibían como si fueras un marqués. Todos los dependientes iban de traje y ofrecían a los clientes siempre una silla para sentarse. Tenía mostradores de nogal y dos pisos. El almacén estaba en la primera planta», cuenta Consuelo, nieta de Tomás y Balbina, e hija de Tomás Calvo Cuadrillero.

Arriba, Nacho, Pache, Concha y Rosa Calvo del Olmo, nietos del fundador de Almacenes Catalanes e hijos de Tomás Calvo Cuadrillero. Abajo, tarjeta del comercio y edificio donde en cuyo bajo se encontraban los almacenes familiares. Rodrigo Jiménez

La tienda del número 2 de la Plaza del Ochavo convivió con otras dos sucursales del comercio en la ciudad: una en Especería, 7 y 9; y otra en el número 4 de la calle Arribas. En 1945, ya con Tomás hijo y Raimundo al frente, se hizo una gran obra en la sede central de Almacenes Romero, que mantuvo su aspecto de aquellos años cuarenta hasta su cierre. Tomás y su cuñado Raimundo dividieron entonces el negocio, dedicando la parte de Platerías a los tejidos y la de Especería, a la confección. Raimundo se hizo cargo de Especería y Tomás, de Platerías. Casado con Carmen del Olmo (Madrid, 1920), ninguno de los hijos de la pareja quiso dar el relevo a su padre. «El 'pret à porter' acabó con los negocios de tejidos y el local siempre fue en alquiler».

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