Las últimas lluvias y nevadas registradas, sobre todo, en las cabeceras de los dos grandes ríos que bañan la capital y la provincia vallisoletana, como son el Duero y el Pisuerga, se han traducido en las últimas horas en crecidas significativas de sus caudales. El ... Duero, de hecho, ha marcado este jueves su punta del presente año, y del anterior, con un caudal de 122 metros cúbicos por segundo antes de llegar a la capital (en el medidor de Herrera de Duero) y de 391 a su paso por San Miguel del Pino, aguas abajo de la desembocadura del Pisuerga, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
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La punta de la presente crecida está aún por llegar si se tiene en cuenta los picos registrados en la cabecera del Duero en Soria, donde ha superado su nivel de alarma de desbordamiento con un pico de 111 metros cúbicos por segundo en Gormaz y se encuentra ya en su nivel de alerta aguas abajo, en Navapalos (Soria). Ya en Valladolid ha crecido de manera notable en las últimas 24 horas al pasar de 79 a 122 metros cúbicos por segundo en Herrera y de 253 a 391 en San Miguel del Pino.
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El Pisuerga, a su vez, también ha experimentado una notable crecida en las últimas horas, con un pico de 230 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital (el miércoles arrastraba 175), inferior aún a la punta de 282, la máxima del último año, que alcanzó el pasado 11 de enero, cuando anegó sus paseos inferiores. Su caudal actual es suficiente para que el agua rebase y toca ligeramente los paseos inferiores en su punto de fuga habitual bajo el puente de Poniente.
Los otros dos ríos que bañan la capital, el Esgueva y el Adaja (por la urbanización Los Doctrinos), también han visto crecer sus caudales. El primero arrastra este jueves 6 metros cúbicos por segundo (su nivel de alerta se sitúa en 14) y el segundo ha alcanzado los 21 (un día antes llevaba 16) en el medidor de Valdestillas.
La CHD ha informado de que por ahora solo el Duero y el Órbigo se encuentran en estado de alarma o alerta en la cuenca. El Duero en la cabecera de Soria, donde su caudal está estable y es ya ligeramente descendente (a su paso por Gormaz), y el segundo, un afluente del Esla, se encuentra en nivel de alerta, con un caudal de 167 metros cúbicos por segundo, en la localidad zamorana de Santa Cristina de la Polvorosa.
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