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La cuaresma que nos toca este año vivir es quedarse en casa», dice convencido Jorge Fernández Bastardo, párroco de Nuestra Señora de Prado, iglesia de ... Parquesol que ha convocado a sus feligreses a una comunión compartida y a distancia. Durante los últimos días, los fieles que acuden a misa todos los domingos al templo de la calle Adolfo Miaja de la Muela han enviado sus fotografías a un grupo de Whatsapp gestionado por el sacerdote.
Coronavirus en Valladolid
«Les pedí que se hicieran un 'selfi'. O que alguien de su familia les sacara una foto». El párroco luego las ha ampliado («todas, más o menos, con el mismo encuadre»), impreso, pegado a una cartulina para que ganen estabilidad y colocado después en los bancos de la iglesia. Algunas, incluso, en los sitios que ocupan habitualmente durante la celebración litúrgica. «Es una forma de demostrar que seguimos todos juntos, unidos, aunque no nos podamos ver», asegura Fernández. Y es símbolo, añade, de la unidad de la Iglesia ante el coronavirus, aunque haya que mantener la distancia y el confinamiento.
El sacerdote oficia todos los días misa (se mantiene, con dispensa para que los fieles no acudan) a las 9:30 horas y también este domingo ha habido celebración, a las 12:30. «Estos días viene muy poquita gente. Dos o tres personas. Se ponen cada uno en un extremo de la iglesia, manteniendo mucho más que la distancia de seguridad. Yo sigo dando misa. Pero recomiendo a la gente que no venga. Prefiero que se queden en casa. Que sigan la misa por televisión. Y ya tendremos tiempo de volver a reunirnos», asegura quien también es delegado de Pastoral Juvenil en la diócesis. Fernández mantiene a través de los grupos de móvil comunicación con su parroquia. Para la celebración dominical les envió un comentario bíblico con el Evangelio de la jornada y todos los días, a las 22:00 horas, remite un mensaje de oración.
«Hemos recibido 114 fotografías y en algunas hay varias personas, así que al final hay cerca de 150 rostros que han seguido la misa de este domingo», explica Fernández, quien asegura que esta iniciativa hace que «los feligreses, de una u otra forma, sigan aquí presentes».
Desde el Arzobispado (que mantiene iglesias abiertas, con medidas de seguridad y distancia) recuerdan que la recomendación de sus prelados «es doble». «Al pueblo, 'quédate en casa'. Y a los presbíteros, 'celebra, aunque sea sin el pueblo, pero en favor del pueblo'».
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