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Al otro lado de la línea (de lunes a viernes, de 10:00 a 12:00 horas, en el teléfono 686 18 12 86) se encuentra Laura Gil, psicóloga de la asociación El Puente, quien atiende las llamadas de aquellas personas que necesitan apoyo y resolver dudas sobre cómo mantener la salud mental durante estos días de confinamiento. «Muchas de ellas están sufriendo un gran aislamiento social, verbalizan sentirse solas y necesitar hablar con alguien. Los seres humanos necesitamos las relaciones sociales, que a su vez son un pilar básico para mantener nuestra salud mental. Es vital expresar nuestras emociones y tener el apoyo necesario para su gestión».
Coronavirus en Valladolid
–¿Cómo puede afectar el confinamiento a nuestro bienestar psíquico?
–Depende de las circunstancias personales de cada uno. No es lo mismo una persona que viva sola y maneje las tecnologías que alguien que no, una familia con buena dinámica familiar o una en la que haya malas relaciones o incluso violencia doméstica...
–Y si se alarga en el tiempo...
–Durante los primeros días, podría hacerse más llevadero al ser algo novedoso. Al alargarse, puede provocar sensaciones de estrés, conflictos familiares, alteraciones en el estado de ánimo, en el sueño o en la alimentación…
–¿Con qué consecuencias?
–Se agudizan sentimientos de ansiedad, emergen sensaciones de rabia, impotencia, frustración, miedo, de soledad y desamparo. También se producen cambios en nuestra rutina, en nuestras costumbres, hábitos y horarios. Se corre el riesgo de alteraciones en el ritmo sueño-vigilia, modificaciones en hábitos de higiene y de alimentación. La dejadez progresiva en el autocuidado, unido a lo anterior, puede desencadenar en un cuadro de síntomas depresivos.
–Decía antes la importancia de hablar sobre los miedos...
–Es muy importante verbalizar nuestras emociones y pensamientos, para no fundirnos con ellos. Los pensamientos y emociones son algo muy íntimo, propio de cada uno. Están relacionados con nuestras experiencias y con nuestra percepción de la realidad. A veces, podemos equivocarnos al pensar una cosa u otra. En función de como nos sintamos, así vamos a pensar y viceversa. Es positivo verbalizarlo, porque así obtenemos una visión diferente a la nuestra, nos aporta objetividad y amplía nuestra perspectiva.
–¿Se puede extraer algo positivo de esta situación?
–Si nos esforzamos, podemos extraer algo positivo de casi todo. Tomar cada situación como una oportunidad de crecimiento personal y de aprendizaje, aunque solo sea para no cometer los mismos errores. En general, aprenderemos a valorar más las pequeñas cosas que ahora pasan desapercibidas.
–¿Qué entendemos por salud mental? A veces pensamos que es un grupo determinado de población, con diagnóstico...
–Todo el mundo tenemos salud mental, como tenemos salud física o social, es algo inherente a la persona. La OMS define la salud mental como «un estado de bienestar en el que la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma fructífera y hacer una contribución a su comunidad». Esto está íntimamente relacionado con el concepto de calidad de vida. Nadie está libre de desarrollar un problema de salud mental. A fin y al cabo, uno de los desencadenantes de estos puede ser situaciones de estrés prolongado, unido a otros, por supuesto.
–Del mismo modo que durante estos días se cuida alimentación, ejercicio... ¿cómo podemos cuidar desde casa la salud mental?
–Hay que cuidarse en todas las áreas. Si comemos bien y hacemos algo de ejercicio, ya tenemos mucho camino hecho, porque todo ello va a repercutir en nuestro bienestar emocional haciendo que nos sintamos mejor. Una forma de cuidar nuestra salud mental en estos días es aprender a convivir con nosotros mismos, practicar la aceptación: muchas de las emociones que sentimos en estos momentos no dependen de nosotros, no podemos hacer nada para cambiar la situación, pero sí podemos modificar nuestra actitud. Aceptar el confinamiento y buscar alternativas para adaptarnos a él nos va a llevar menos tiempo y esfuerzo y nos va a generar mayor bienestar que rebelarnos y quejarnos continuamente de lo que no podemos hacer. Hemos de centrarnos en la solución a encontrarnos mejor con las posibilidades actuales, con lo que tenemos, y aprender a no anclarnos en la queja de todo lo que no podemos hacer. Aprovechar la oportunidad de todo aquello que ahora podemos hacer, que nos causa satisfacción y que no hacemos por falta de tiempo. También puede ser útil la práctica de 'mindfulness' o ejercicios de atención plena.
–¿Cómo nos podemos preparar para el día después del confinamiento?
–Si hemos seguido las pautas que se nos han dado durante estas semanas a través de todos los medios de comunicación, la vuelta a la normalidad se hará mas llevadera. Se trata de mantener unas rutinas y unos horarios lo más parecidos a la situación anterior. Va a ser un cambio deseado en general y como todos los cambios deseados, no creo que nos cueste mucho. Esto no se trata de unas vacaciones de 'estar en casa'. La gente está deseando volver al trabajo; los niños,al colegio. Y muchos padres, que empiecen las clases.
–¿Se pueden desencadenar miedos de salir de casa, temor al contagio cuando se levante el confinamiento?
–Es imposible predecir con exactitud las consecuencias psicológicas que pueda desencadenar esta situación. Por supuesto que se desencadenarán algunos miedos, como lo han hecho otras enfermedades como el VIH. Es muy importante que el levantamiento del confinamiento se realice de forma paulatina y que no descuidemos de repente todas las medidas de higiene y seguridad. La información es el mayor enemigo del miedo. Por eso, ante los miedos, lo mejor es informarse de fuentes fiables y contrastadas.
–¿Pueden estos días pasarnos factura en nuestra salud mental?
–Por supuesto que todo esto va a afectar a nuestra salud mental de una manera o de otra, en mayor o menor medida. Hay mucha gente que va a ser más vulnerable, personas que están privadas incluso de las necesidades más básicas, que no saben qué va a ser de ellas una vez que pase todo esto, se están viendo en la ruina porque han tenido que cerrar su negocio y no tienen dinero ni siquiera para comer, unido todo ello a deudas a las que no pueden hacer frente. Hay familiares que no pueden despedirse… lo que puede dar lugar a múltiples complicaciones en la elaboración adecuada del duelo. A pesar de todo esto, el ser humano tiene una gran capacidad de resiliencia, que le ayuda a reponerse ante las adversidades. Todo esto va a pasar, pero no lo vamos a olvidar nunca. Con el tiempo, seremos capaces de recordar, a pesar de todo, la solidaridad de los seres humanos.
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