La covid anima el interés por los chalés, que ya suponen una de cada cuatro viviendas vendidas en la región

La pandemia ya ha empezado a influir en la mentalidad de los compradores, ahora más inclinados que nunca a las viviendas con jardín, un bien escaso en los cascos de las ciudades más grandes. Los registros de la propiedad han anotado en el último trimestre un incremento récord en el peso de compraventas de viviendas unifamiliares, lo que ha situado su peso en máximos históricos.

En España, las ventas de chalés supusieron el 20%de las operaciones;en Castilla y León, el 26%. Mientras las operaciones con pisos cayeron el 7%, las de unifamiliares crecieron también el 7%.

«La evolución de resultados muestra una intensificación de la preferencia por la modalidad de vivienda unifamiliar, normalmente con mayor superficie media y espacios abiertos, como terrazas y jardines», señalan desde el Colegio de Registradores.

El deseo de disponer de mayor espacio en las viviendas está aún más marcado en el caso de la comunidad. Mientras la superficie media de las casas compradas en el tercer trimestre en el país fue de 102 metros cuadrados, en Castilla y León ascendió a 109 m2. La variaciones interanuales positivas se repitieron en todas las modalidades de vivienda: nueva libre, protegida y de segunda mano.

El confinamiento ha situado en primer plano el valor de disponer de ciertas comodidades entre las paredes donde se termina por pasar tanto tiempo. El atractivo de los espacios exteriores y luminosos se ha disparado, al igual que el de contar con una habitación extra para teletrabajar. Los propietarios recientes muestran una significativa tendencia hacia los pisos de mayor superficie y los de más de 80 m2 concentraron el 56,5% de las compraventas entre julio y septiembre, también más que el 53% de la media nacional.

Las ventas totales se dispararon en la comunidad el 50% comparadas con las del trimestre del confinamiento –más las de usadas que las nuevas–, pero aún arrastran una caída anual del 15%. Las 4.671 viviendas transmitidas en el periodo se repartieron a razón de 819 a estrenar y 3.852 de segunda mano.

Por otro lado, la incertidumbre y los indicios de llegada de una crisis ya están teniendo su impacto en los precios de mercado, cuya moderación e, incluso, bajada ha empezado a hacer acto de presencia y a animar a los compradores. Al cierre del primer semestre del año, el m2 se había abaratado en la comunidad el 0,9% anual, con bajadas de hasta el 6,8% en el caso de Soria, o del 4,6% en el de Palencia, según datos del Ministerio de Fomento. Según, la tasadora Tinsa el precio de la vivienda nueva y usada en capitales y grandes ciudades cayó el 2,9% entre marzo y octubre.

Hacerse con una vivienda con más espacio y salida al aire libre requiere en la mayoría de los casos de la ayuda de una hipoteca. En este sentido, la concesión de créditos para esta compra no muestra en absoluto estabilidad y baila al son que marcan dificultades económicas y las restricciones. La cifra de hipotecas sobre viviendas cayó el 34% en julio en Castilla y León, diez puntos más que la media nacional, mientras que en agosto creció el 23%, frente a la caída del 3% en España.

La noticia positiva es que los tipos de interés contratados inicialmente en los nuevos créditos hipotecarios se mantienen en niveles históricamente bajos. En concreto en el 2,19% en la región, con los préstamos de interés variable en una tasa media aún más reducida, del 2,04% frente al 2,45% de los créditos a tipo fijo. Éstos últimos, no obstante, supusieron el 52% del total el pasado trimestre, con un crecimiento que demuestra las preferencias de la banca por este tipo de modalidad hipotecaria.

Pese la benignidad de los intereses, la cuota media que han asumido los castellanos y leoneses en los préstamos firmados en el último año, de 444 euros mensuales, supone el 26% del salario medio. No es un porcentaje tan alto como el 31% de promedio nacional, pero sí lo suficiente como para dejar fuera de juego a muchos ciudadanos, sobre todo los de menor edad, que no alcanzan ni de lejos el salario medio (1.710 euros).

Con la población joven, y la no tan joven, abocada a la búsqueda de alquileres asequibles y casas compartidas en sus primeros años de emancipación, el repunte en la venta de chalés espaciosos resulta aún más digno de mención.