Valladolid
El corte de dos carriles ya colapsa el viaducto de Arco de LadrilloValladolid
El corte de dos carriles ya colapsa el viaducto de Arco de LadrilloLos policías locales se afanan desde primera hora de la mañana de este viernes en regular la circulación en el viaducto del Arco de Ladrillo sin poder evitar, y todo apunta a que así será durante los próximos, como mínimo, once meses, las largas hileras ... de vehículos que se están formando ya fruto del corte de dos carriles de circulación (uno en cada sentido) con motivo de las obras de emergencia que va a llevar a cabo el Ayuntamiento, sin esperar a la anunciada demolición de la obsoleta infraestructura si es que se construye el también anunciado paso subterráneo bajo las vías que está a punto de aprobarse.
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El caso es que la decisión municipal está tomada y el viaducto, construido en los años sesenta del siglo pasado, muestra ya el carril de salida de la ciudad cortado, del lado del borde del tablero, y los agentes cortan también el central de entrada a la ciudad como preludio del inminente cierre definitivo del vial de este lateral. Esto último ha ocurrido solo por la mañana, ya que esta tarde se han reabierto los dos carriles de entrada a la ciudad y solo permanecía cerrado el de salida -presumiblemente así se mantendrá durante el fin de semana-, con agentes regulando el tráfico del lado del paso del Hospital Militar.
Los operarios colocaron en la tarde del jueves, apenas unas horas después de que el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez, anunciara esta intervención exprés, con un coste aproximado de dos millones de euros, las señales que limitarán en adelante la velocidad a treinta kilómetros por hora en los dos carriles que permanecerán abiertos y las que advierten del estrechamiento de los carriles tanto desde el propio paseo como desde Hospital Militar. En este último se ha cortado esta mañana el carril central para que los vehículos puedan girar hacia la estación de autobuses o bien continuar por el carril del viaducto (el central) que está cortado con una hilera de separadores de plástico -los conocidos 'new jersey'- en sentido de salida de la ciudad.
Y los atascos, como cabía esperar en una vía que soporta el paso de más de cuarenta mil vehículos al día, no se han hecho esperar desde primera hora de la mañana, sobre todo, en el sentido de entrada a la ciudad desde la avenida de Madrid y el paseo del Arco de Ladrillo. Bajo sus maltrechos pilares, además, se han colocado señales que prohíben aparcar ante el 'riesgo de caída de cascotes'.
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Así que este aperitivo del corte permanente de dos carriles de una de las principales vías de entrada y salida de la ciudad -por ella circulan 42.000 vehículos cada día- muestra ya las consecuencias de lo que ocurrirá en adelante, al menos, hasta abril de 2025.
El programa municipal de esta intervención, destinada a remodelar los bordes del tablero y sustituir los actuales quitamiedos, contempla la colocación de la señalización del corte de los dos carriles laterales, uno en cada sentido, estos días para comenzar a partir del lunes con la inspección y las catas del estado de dichos bordes para iniciar los trabajos de rehabilitación, solo de esta parte del tablero, en torno a finales de junio o comienzos de julio. Primero se intervendrá en un lado y luego en el otro con un plazo en cada uno de ellos que rondará los cinco meses, lo que permitiría en teoría liberar uno de los carriles cortados a mitad de obra, en torno al mes de noviembre.
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Pero de momento, en lo que a los conductores se refiere, toca armarse de paciencia y buscar rutas alternativas al concurrido, y atestado en adelante, sobre todo, en horas punta, viaducto de Arco de Ladrillo. Y para ello hay que mirar muy lejos en el caso del sentido de entrada a la ciudad fruto del corte del túnel de Labradores. La alternativa más cercana, en este sentido, se encuentra en el paso de San Isidro y la Circular. Y por el otro lado se encuentra el polígono de Argales y su no menos maltrecho viaducto de la calle Daniel del Olmo (hacia Zorrilla), donde sí pueden pasar los coches, pero no los vehículos pesados después de una reciente intervención para asegurar su tablero que solo supuso un parche al mantenerse 'sin die' la prohibición del paso de vehículos de más de diez toneladas por eje (camiones y autobuses).
El viaducto de Arco de Ladrillo, eso sí, no presenta problemas estructurales fruto de un sinfín de intervenciones de urgencia en los últimos años, incluida una para afianzar su tablero. Así que sí podrán pasar vehículos pesados, autobuses, sobre todo, aunque los atascos parecen asegurados para los próximos once meses.
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Cuando concluya la intervención, allá por el mes de abril del año que viene, puede que ya esté aprobada la construcción del amplio paso subterráneo llamado a sustituir al veterano viaducto. De ser así se contempla la demolición de esta infraestructura de los años sesenta en la que ahora se van a invertir dos millones de euros para sustituir las biondas. Las actuales, según justifica el Ayuntamiento, presentan un estado tan deficiente que no garantizan la detención de un vehículo en caso de impacto. Los propios técnicos municipales, por cierto, aconsejaron en un informe sobre el estado de la infraestructura su demolición.
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