El constructor vallisoletano que deja la obra para ayudar en Catarroja

Gaitán, junto con su empleado Jonathan Gabarri, partirán en la madrugada del miércoles con 1.300 kilos de ayuda en materiales esenciales. El viernes se les unirá otro empleado, Óscar Colinos, quien también está deseoso de ayudar. «Llevamos cepillos, material de limpieza, pañales para bebés, mascarillas y mucha agua. Todo lo que pueda aliviar un poco la situación de la gente de allí», comenta Gaitán, quien ha logrado reunir la carga gracias a la colaboración de los vecinos de San Miguel del Pino, municipio en el que reside y donaciones de empresas amigas de Valladolid como Juno, Ceraval o Flume, entre otras.

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«Si tuviéramos más capacidad, iríamos todos. Somos once en la empresa y estaría encantado de llevar a todos mis empleados, pero no podemos dejar la actividad. Haremos todo lo que podamos. No sabemos todavía si volveremos el viernes pero con la idea de regresar allí con más ayuda. Iremos viendo sobre la marcha», añade.

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La decisión de Gaitán de dejar temporalmente su empresa no ha sido fácil, pero la situación de emergencia en Valencia y las desgarradoras imágenes de los daños lo impulsaron a actuar. «Es una situación que te impacta. Una de las imágenes que más me ha marcado es ver a un hijo sacando a su padre fallecido de una furgoneta. Esas cosas te hacen pensar que si uno puede hacer algo, aunque sea pequeño, debería hacerlo», reflexiona.

Irán directos a Catarroja, donde todas las manos son pocas. Repartirán el material y echarán una mano en lo que sea necesario. Tal vez allí, su experiencia en construcción y rehabilitación, pueda ser crucial, ya que muchas viviendas y negocios han quedado gravemente dañados. «Haremos lo que haga falta y la furgoneta de empresa la tendremos disponible para desplazar material para todo el que lo necesite», se ofrece.

La respuesta de sus empleados y de sus proveedores ha sido abrumadora para este constructor. Su solidaridad ha sido fundamental para hacer posible esta misión. «Esto es lo menos que podemos hacer. Yo cuando he necesitado ayuda también la he tenido. Así que no lo he dudado. Parte de las donaciones las he tenido que dejar en Valladolid porque no me cabía todo en la furgoneta. El jueves irá también mi sobrino y me llevará lo que falte. Estoy muy agradecido por la respuesta de todos», concluye.