Un sentimiento de gratitud eterno a Castilla y León

Y es así desde que, tras dividir todas las zonas afectadas por las riadas, este municipio valenciano de 33.000 habitantes quede encuadrado en un denominado sector 1, en el mismo en el que opera Protección Civil de Castilla y León.

Esa decisión ha propiciado que el nombre de las nueve provincias se pasee estos días por unas calles totalmente destrozadas. Sus vecinos no se olvidarán de León, Palencia, Burgos, Soria, Ávila, Segovia, Salamanca, Zamora y Valladolid en su vida e, inmersos por el dolor de lo que padecen, solo agradecen cada ayuda que han recibido esta semana.

Es el caso de Rafael Hoyo, un joven que recientemente se había hecho cargo de la pastelería familiar que hasta entonces habían regentado sus padres. Revive con dolor ese fatídico 29 de octubre, cómo el agua llegó de golpe para entrar en su negocio.

Se resguardaron en la vivienda de una vecina a la que este martes, por cierto, la ayudaban mientras pasaba por delante de un local que ahora parece de todo menos una repostería. «Intenté poner con mi padre topes en las puertas para que no entrara agua, pero no hizo nada», agrega.

Agradece cada esfuerzo de los efectivos y se centra en los Bomberos de Valladolid. «Fueron los primeros en venir a ayudarnos», continúa junto a su madre Gloria y al borde de las lágrimas. Nos enseña los vídeos de cómo se afanaron en levantar todo aquello que al agua había reventado e insiste en que si no es por la ayuda de Castilla y León aún estarían como el primer día tras las inundaciones.

«Es ahora cuando nos han empezado a despejar las calles. Sin ellos estaríamos incomunicados», concluye. Ese sentir se escucha y se siente por cada rincón. Hasta agradecen ver algo de prensa por sus calles. «Estamos igual de mal que otros municipios como Paiporta y no hemos salido por ningún lado», lamentaban varios vecinos en plena recuperación de su localidad.