![Valladolid: Consternación en el barrio de la niña que se cayó desde un primer piso en el colegio Entre Ríos](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202002/15/media/cortadas/barrio%20entre%20rios-kxSE-U100161639534cNI-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Numerosos vecinos y padres de la zona del colegio Entre Ríos comentaban ayer, en las proximidades del centro educativo y en establecimientos como el cercano bar El Cardenal, sus impresiones ante el incidente de la niña de seis años que se precipitó por una ventana en la tarde del pasado jueves: «¿Pero cómo podía estar esa ventana abierta?» era la pregunta más recurrente que se suscitaba entre los vecinos, que compartían frases de consternación y empatía tanto hacia la pequeña como a sus familiares.
Entre quienes se habían enterado por haber estado aquella misma tarde en un patio cercano y quienes habían tenido constancia a través de las redes sociales o de los medios de comunicación, se compartía a su vez cierta rabia indisimulada: «Si llega a ser mi hija no sé lo que podría llegar a hacer», dijo una mujer acodada en la barra de El Cardenal. Carmela Muñoz, una abuela que lleva sus nietos a la contigua Casa de Niños Maestro Claudio López Serrano, opinaba sobre la «importancia de la sensibilización» y la «necesidad de estar siempre alerta» cuando se trata de la seguridad de los niños, incluso «ante amenazas de lo que les puedan hacer otras personas», y en ese sentido alabó los grupos de Whatsapp como fórmula para «coordinarse en aras de proteger a los más pequeños de la casa».
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También lamentó que en protocolos como este y en casos similares no se diera más datos a las familias con las que manejar la situación: «Sin información no se avanza: si los familiares no podemos saber que existe alguna clase de problema, ¿cómo vamos a poder tomar las medidas necesarias para solucionarlo?», deploró la mujer.
Uno de los conserjes del centro, cuya identidad prefirió que no trascendiera, comentaba a su vez que la joven era «una niña 'tranquilina' y nada revoltosa»; todo lo más, una joven con la que de vez en cuando bromeaba sobre «robar el bocadillo».
La policía estuvo presente a lo largo de la mañana de ayer a la puerta del colegio, si bien no se registró ningún altercado.
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