Cadena de montaje del Clio en Fasa Renault en el año 1998. Ramón Gómez

El Hilo

El coche fabricado en Valladolid que toma su nombre de una diosa griega

La musa inspiró a la marca francesa con el superventas que dejó atrás las nomenclaturas numéricas

Carolina Amo

Valladolid

Sábado, 24 de agosto 2024, 08:09

El mundo del automovilismo es muy amplio, tanto que a lo largo de los años los modelos clásicos de los coches han ido evolucionando, así como los diferentes nombres que estos han podido tener a lo largo de la historia. Y es que en el ... año 1990 ocurrieron muchas cosas, pero más concretamente dentro de la empresa Renault. Una de las más relevantes de cara al público fue el abandono de las denominaciones siguiendo un número, para pasar a los nombres propios. Y entre ellas se encuentra la del famoso Renault Clio. Abro hilo:

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↓ Elegir el nombre para los coches que salen nuevos no se trata de una tarea sencilla, aunque sí es cierto que se cuenta con expertos dedicados a esa labor en específico. Lo que muchos no saben es que algunos nombres de los modelos más sonados de la historia del motor vienen inspirados de la mitología griega y latina, en los vientos o combinaciones de palabras cuesta imaginar que tengan un significado en concreto. Y es que a la hora de la elección del nombre, la empresa Renault parte de un proceso muy minucioso a raíz de tres pasos. En primer lugar se trata de recuperar un nombre icónico, elegir uno de los cientos que dispone y tirar de la creatividad. Aunque partiendo de estas bases, la empresa automovilística debe ser fiel y legal, ya que el nuevo nombre que decida para su modelo debe superar pruebas lingüísticas y culturales en todos los países donde se pretenda vender el vehículo.

Operarios trabajan en la cadena de montaje del Renault Clio en la factoría de Valladolid. El Norte

↓ En el caso del nombre del Renault Clio llegó para quedarse. En un principio el vehículo fue definido con los adjetivos de «pequeño y versátil» para ser de alguna forma el encargado de inaugurar una nueva era dentro de la empresa francesa. Fue con este modelo con el que se pone fin a las famosas nomenclaturas repletas de números, pasando a la etapa de poner nombres propios a los nuevos turismos. Con este modelo se deja atrás al mítico Renault 5 y comienzan a sucederse una serie de nombres con sentido en relación a las características del vehículo. El Clio tomó su nombre de una musa de la historia griega y de la poesía heroica, cuyo significado deriva de «cantar alabanzas», por lo que, en el mundo del motor, se relaciona a la diosa Clio con la idea de «la que habla bien de». En el sentido mitológico, Clío es una musa griega, hija de Zeus y Mnemosina, diosa de la memoria. Clío es una de las nueve musas de la mitología griega, reconocida como referente de la historia y de la poesía épica. En la antigua Grecia, las musas eran deidades que inspiraban la creación artística y científica. Y por su parte se le alude una fuerte conexión con la historia y la narrativa épica. Su significado está relacionado con «proclamar» o «hacer famoso,» lo cual es apropiado para el rol que ha compartido su tocayo en la empresa Renault. La idea de bautizar al vehículo con el nombre de la deidad fue obra del director de relaciones públicas de la planta de Renault en Normandía, Pierre Dosa funcionó de manera rápida.

Escultura de la diosa Clío, procedente de la mitología griega. AdobeStock

↓ El nombre le vino completamente al dedo a este nuevo vehículo, pues un año después de su lanzamiento este se convirtió en el Coche del Año de 1991, y con esto se ganaba por dos partes. Renault pudo llegar a un público más numeroso y se pudo ofrecer equipamiento y funciones propias a otros segmentos. La musa ha inspirado al modelo desde que se lanzó hasta la actualidad. Como mínimo se cuenta que ha atraído a 13 millones de compradores. Y esto no es solo cosa de números, sino que desde la empresa se habla del Clio como el mejor superventas francés de la historia, pues este no tardó en repetir el galardón al mejor coche del año en 2006. Detrás del mundo del automovilismo se esconden infinidad de curiosidades. Una de ellas es que Grecia sigue teniendo una gran influencia dentro del mundo del motor.

Estructura del modelo Clio en la cadena de montaje vallisoletana. El Norte

↓ Detrás del mundo del automovilismo se esconden infinidad de curiosidades. Una de ellas es que Grecia sigue teniendo una gran influencia dentro del mundo del motor. El Renault Clio, no ha sido el único turismo bautizado por la mitología griega. Modelos como Alfa Romeo (nombrado con la primera letra del alfabeto griego), Ford Orión (bautizado con el nombre de un gigante mitológico que, a su vez, también dio nombre a una de las constelaciones de estrellas más conocidas) o Nissan Micra(en este caso la marca japonesa decidió nombrar al más pequeño de la gama con esta palabra griega) toman referencia de esta cultura para nombrar a sus vehículos.Entre todos sus modelos y variantes este modelo no se ha dejado de fabricar en Valladolid, donde «el subidón» del Clío también se instaló rápidamente.

Una fila de coches Clio espera en la cadena de montaje de FASA. Ramón Gómez

↓ Fue en 2009 cuando la fábrica de Montaje-Carrocerías de Renault en Valladolid trabajó cinco sábados hasta final de año para cubrir con la cantidad de pedidos de automóviles procedentes de los distintos países de la Unión Europea. Casi al tiempo en que se incrementó el número de días laborables, con el fin de aumentar la capacidad de fabricación (de por aquel entonces el único turno que existía en la fábrica), también se modificaba la estructura de producción. Es así como aumentó la línea de fabricación del Clio en la localidad vallisoletana, al tiempo que disminuía la del nuevo la del Modus en sus dos versiones, el corto y el Gran Modus, el de mayor venta de los dos. En pleno mes de abril de 2009 las instalaciones vallisoletanas fabricaban una media de 370 Modus diarios y 60 Clio. Sin embargo, la firma logró con creces reducir los costes del diseño del nuevo modelo, y pese al tiempo que lleva en el mercado, todavía cuenta con suficiente clientela. Finalmente, la línea de producción de Montaje-Carrocerías igualó la cifra de unidades de Clio con las de Modus y Gran Modus. Así fue como 250 coches del modelo más veterano salían de la fábrica a la vez que le acompañaban otras 250 de Modus y Gran Modus.

Cadena de montaje del Renault Clio en la factoría de Valladolid. El Norte

↓ Este superventas cuenta con un gran equipo detrás, entre ellos, los que le bautizaron con un nombre que hoy en día todo el mundo reconoce. El departamento de Marketing Global de la marca francesa cuenta con un grupo de investigadores de nombres. En varias ocasiones el líder del departamento ha destacado que los arraigados Dauphine, Espace, Twingo y Clio dan forma a la personalidad de los modelos, por lo que la importancia de sus nombres se basa en que transmitan una conexión de alguna forma con los clientes. Es el caso de los nombres como Clio y ZOE, los cuales son más aptos para modelos pequeños, con un sonido que evoca su propio significado, mientras que otros como el de Talismán son más convenientes para vehículos de gran capacidad. Este modelo también ha experimentado cambios de nombre al llegar a otro tipo de mercados. Ocurre en Japón a principios de la década de los noventa donde no estaba permitido comercializar el vehículo bajo su nombre original, ya que al parecer la denominación estaba registrada por la marca Honda.

Julio Alonso, director de fabricación de Fasa Renault, explica la producción del Clio 2. Ramón Gómez

↓ Así pues, el mítico Clio pasó a denominarse Renault Lutecia (sin perder ese origen histórico en su nomenclatura), en honor a la ciudad de Lutecia, fundada por los celtas y conquistada por los romanos, ubicada en el lugar que hoy ocupa París. Este modelo se ha convertido ya en una auténtica institución en el mundo del automóvil. Ya se han vendido cerca de 16 millones de unidades en 120 países, de los cuales tres millones se fabricaron en la Factoría de Montaje de Valladolid y más de un millón se han comercializado en España. Eso sin contar los 600.000 que siguen circulando por las carreteras en la actualidad. Valladolid es una ciudad crucial para la fabricación del modelo y para la propia marca donde se han sucedido las tres primeras generaciones del Clio durante al menos 24 años.

↓ No fue hasta 2013 cuando el modelo fue reemplazado por el conocido Renault Captur, ensamblado en España para todo el mundo y del que se han llegado a producir más de dos millones de unidades en la planta pucelana. Desde su nacimiento en 1990 es inevitable admitir que las cosas han cambiado, aunque hay otras que se mantienen igual. La firma del rombo, a pesar de la innovación que ha querido añadir en los vehículos, ha intentado mantener el ADN del modelo con el paso de los años. La actual generación del Clio es perfectamente segura y está adaptada a todas las necesidades como cualquier otra. Es así como el nombre del famoso superventas se ha convertido en todo un hito para la empresa francesa, siendo también un vehículo que ha marcado a Valladolid y que aún mantiene esa esencia mitológica del principio.

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