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Los operarios clausuran el Arco de Ladrillo en el sentido hacia el Paseo de Zorrilla. Ivan Tomé
Valladolid

Clausura nocturna de Arco de Ladrillo para preparar la segunda fase de la obra

Los operarios trasladan los separadores de hormigón y la maquinaria para iniciar el lunes la instalación del quitamiedos en el otro lado de la infraestructura

El Norte

Valladolid

Domingo, 1 de diciembre 2024, 01:09

La conclusión de la primera fase de las obras de reparación del viaducto de Arco de Ladrillo ha llevado en la noche de este sábado a clausurar de forma total la infraestructura con el objetivo de facilitar las labores para que los operarios trasladasen los separadores de hormigón y la maquinaria al otro lateral del paso, la franja donde se centrarán ahora los trabajos, situada en el margen que da a la estación de autobuses.

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Hasta el momento se ha llevado a cabo la mitad de la obra, el 50% de toda la intervención, donde se ha ejecutado el nuevo vallado de todo el carril izquierdo en el sentido de salida de Valladolid hacia la Carretera de Madrid.

Los nuevos guardarraíles reforzados que ya se pueden apreciar son similares a los que se instalan en las autovías y están preparados para soportar el impacto de un camión, según han explicado fuentes municipales.

El tajo en el achacoso viaducto cumple seis meses de obras. Uno se destinó a realizar las catas en el tablero para conocer a fondo sus patologías y otros cinco para remozar el primer lateral. Está previsto que a primera hora de la tarde de este domingo se reabra a la circulación, de nuevo con un solo carril en cada sentido.

Este lunes comenzarán las labores para colocar el quitamiedos en el lado contrario. El plazo de ejecución de esta segunda fase es de seis meses. El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, espera que la remodelación culmine entre mayo y abril de 2025, momento en el que se recuperarán los dos carriles por sentido tras el repintado de las marcas viales y el asfaltado de todo el tablero.

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2,3 millones

El presupuesto de esta intervención asciende a 2,3 millones de euros y su ejecución se tramitó con urgencia al constatarse el mal estado de una infraestructura que lleva soportando una gran intensidad de tráfico desde 1967 y que es básica en la circulación en la trama urbana. El convenio de integración ferroviaria contemplaba su demolición y sustitución por un túnel, un proyecto que ahora están revisando los técnicos de Adif después de que el Ayuntamiento presentara varias objeciones a su diseño.

No obstante, no parece que los de Carnero estén por la labor de dar su bendición a corto o medio plazo a esta conexión inferior al seguir empeñados en recuperar el proyecto del soterramiento, ahora mediante la técnica constructiva de los muros pantalla, que el Ministerio de Transportes ya ha rechazado «por inviable».

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