El perfil de las personas que acuden a Cáritas cambia, pero la entidad mantiene su objetivo de llegar a todos los sectores . Bajo el lema 'Somos lo que damos. Somos Amor', Cáritas hace un repaso del último año de actividad de la entidad. La memoria ... de 2021 que recoge el ejercicio realizado el pasado año, deja al descubierto una realidad: «El nuevo pobre es un trabajador de clase media», confiesa Guenther Boelhoff, director de Cáritas de Valladolid. La crisis sanitaria, la inestabiliad económica y la situación política ha acelerado una tendencia de dependencia entre las personas que, a pesar de tener un salario, no pueden hacer frente a unos gastos cada vez más elevados. «Encontramos ahora a personas que a pesar de tener un empleo, su sueldo no les da para vivir. En el último año acudían personas que hace unos años ni se lo hubieran planteado», comenta Boelhoff.
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La experiencia vivida del director de Cáritas se traslada a un dato que pone de manifiesto la deriva de algunos sectores de la sociedad. El 39% de las personas atendidas durante el año 2021 acudían por primera vez a Cáritas y el 60% tienen nacionalidad española. «El desempleo y la pobreza no son sinónimos porque hay personas con trabajo y en riesgo de exclusión», subraya el director. Por ello, también ponen en marcha programas basados en ayudas económicas que se han tenido que incrementar en los dos últimos años. Un aumento de 50.000 euros más respecto a 2020 que deja en 2021 un total de 548.700 euros entregados. Asimismo, han puesto a disposición de las personas más necesitadas más de 241.000 euros en ayudas de alquiler, hipotecas y vivienda. «Mucha gente no entiende por qué Cáritas ayuda a pagar una hipoteca, pero con ello podemos evitar que una persona entre en riesgo de exclusión social», apunta.
Lunes 13 de junio: Inauguración de la exposición 'Encontrar para encontrarnos' en la Parroquia de San Andrés de Valladolid a las 17:00 horas para crear y fortalecer vínculos con la personas inmigrantes.
Martes 14 de junio: Encuentro de oración en la Parroquia de San Ildefonso a las 18:00 horas en La Cistérniga. La celebración pretende poner en valor la actuación del entorno rural.
Miércoles 15 de junio: Encuentro de voluntarios con mayores en el Centro Diocesano de Espiritualidad, a las 18:00 horas, sobre el buen trato a las personas adultas mayores.
Jueves 16 de junio: Conferencia desde el Museo de Arte Contemporáneo a las 18:00 horas sobre la soledad en el arte y en la vejez
Viernes 17 de junio: Concierto 'Somos lo que damos. Somos Amor'. Actuación a las 19:00 horas en la Plaza Portugalete de los cantautores Juanjo Fernández y Manolo Copé, que estarán acompañados por la voces de Emilia Arija, Wilfredo Puentes y Carmen Martínez y por Antonio Monescillo y Raúl Alonso a la perscusión
Del viernes 17 al domigno 19 de junio: Encuentro formativo de jóvenes voluntarios que participarán en verano en la experiencia de Voluntariado Internacional de corta estancia de las Cáritas de Castlla y León.
A pesar de este cambio de tendencia y la definición de un perfil distinto, se mantienen algunos de los colectivos más vulnerables y susceptibles a los programas de Cáritas. 15.000 personas de la provincia han sido beneficiadas del trabajo de la entidad, que se ha centrado este años sobre todo en ser un punto de información y vía de acceso a las prestaciones sociales. Las personas sin hogar siguen siendo uno de los sectores más discriminados de la sociedad y en los que Cáritas pone especialmente la lupa para lograr esa inclusión. 483 personas participaron en el programa destinado a este colectivo donde se consiguieron poner en marcha 43 proyectos individuales de intervención que hicieron que esas personas tuvieran un hogar que «otorgue unos hábitos y una estabilidad».
guenther Boelhoff
Director de Cáritas Diocesana de Valladolid
Sin embargo, conseguir un empleo sigue siendo uno de los retos más complejos. 1 de cada 5 personas en situación de exclusión social encuentran un primer trabajo o una experiencia laboral positiva, lo que supone un 20% de las 1.426 personas atendidas. «Aunque pueda parecer un dato menor, se lleva a cabo procesos personalizados de formación y orientación con más de 450 personas para que consigan un empleo, pero son personas que no lo tienen fácil para adentrarse en el mundo laboral», reconoce el director.
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La situación en la comunidad
Orientación, formación e información para hacer que esa proporción aumente cada año. Una intermediación que en muchos casos se hace imprescindible con la digitalización masiva de todos los procesos que llevan a la inclusión. Aún más después de la pandemia, los procedimientos telemáticos aumentaron e hicieron del apoyo en terceros una necesidad para optar a ciertas posibilidades. «En el 2021, el número de personas atendidas ha disminuido con respecto al primer año de pandemia, pero con respecto al 2019 ha aumentado un 21%», apunta Boelhoff.
luis argüello
Obispo auxiliar de Valladolid
Un porcentaje que se traduce en una necesidad aún mayor después de las consecuencias del coronavirus, no solo tecnológicas sino también sociales. «Más de 3.000 personas han recurrido a la ayuda psicológica ofrecida por Cáritas para gestionar mejor las emociones, que en estos últimos tiempos se ha vuelto muy necesario», señala el director. Unas alteraciones emocionales motivadas por los últimos acontecimientos que requieren de la colaboración de un profesional. «Hay una herida social iniciada en la pandemia que ha generado situaciones de ansiedad y duelos que aún tienen que ser tratados», asegura. Esa inestabilidad psicológica se ha visto acrecentada por la soledad involuntaria y obligada que exigía la pandemia. Así, casi doscientas personas han participado en el programa de mayores para optar a ese acompañamiento personal y acercarse a los espacios de encuentro.
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Una vorágine de elementos negativos que ha hecho la presencia de Cáritas imprescindible sobre todo en estos últimos dos años. Lamentablemente, la tendencia no parece que vaya a ser mucho mejor y la situación actual promueve una mayor dedicación por parte de la entidad. «Estamos ante un goteo incesante de personas con una situación administrativa irregular que no tienen donde vivir con dignidad», apunta el obispo auxiliar, Luis Argüello. La guerra de Ucrania ha provocado no solo desplazamientos masivos de refugiados, sino consecuencias económicas que ya se están percibiendo. «Con la falta de suministros, veremos a muchas familias solicitar ayuda», asegura.
Cáritas presume de la participación de Valladolid en los momentos más complicados y la prueba es que en el último año ha subido significativamente las personas donantes. En los últimos meses cabe destacar dos acontecimientos catastróficos que han motivado el apoyo de los vallisoletanos. Por un lado, la erupción del volcán de La Palma que llevó a la destrucción de miles de edificios y daños estructurales y económicos innumerables. «Ante esta catástrofe, Valladolid reaccionó con más de 18.000 euros donados para ayudar a los palmeros», indica el director. Algo más de tres meses han pasado desde que estallara la Guerra de Ucrania, y desde entonces han sido 115.000 euros la cantidad recuada por Cáritas Valladolid y canalizada a Cáritas Internacional. «Los donantes confían en la entidad y saben que el dinero que donan va a ir destinado a la causa en cuestión», concluye Guenther Boelhoff, director de Cáritas
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