Valladolid

El Campo Grande pierde un árbol centenario al que «le esperaban muchos años de vida»

Un grupo de trabajadores han comenzado hoy las labores de limpieza del espacio afectado. Y para ello despejar la zona es por lo primero que hay que empezar. «Va a haber que sanear la zona un poco porque todo lo que está roto hay que quitarlo de inmediato, ya que entorpece el paso y puede ser un peligro», señalaban los operarios.

Los destrozos aún son visibles tras la estatua del fotógrafo del Campo Grande. Ramas caídas, maleza, mobiliario urbano destruido y varios árboles de alrededor completamente doblados por la caída de este pino centenario. «Ha causado mucho destrozo a su alrededor y la podredumbre puede extenderse con facilidad en estos casos», apuntan, aludiendo a que los árboles cercanos pueden sufrir todavía más las consecuencias. El grupo de Parques y Jardines inspeccionan con profundidad el ejemplar para tener una información más exacta. «Tendrá más de medio siglo fácil. Aunque hasta que no le cortemos le contaremos los anillos no podemos saberlo a ciencia cierta», relatan.

Unos minutos más de revisión y el diagnóstico está casi completado. «Es uno de los más viejos del parque. Había tres ejemplares en Campo Grande de está especie y ahora desgraciadamente sólo quedan dos», lamentan al seguir observando las dimensiones del ejemplar. Los operarios de Parque y Jardines apuntan a que la caída de este Pino Carrasco tuvo lugar durante el jueves o viernes de la semana pasada, mientras el parque permanecía cerrado por las fuertes rachas de viento de la borrasca Nelson.

«El viento ha azotado fuertemente al árbol por la parte de la copa que sobresale por encima de todas las demás», añaden y continúan ofreciendo un dato crucial acerca de la caída del centenario. «En la parte superior, en una de las ramas, el pino presentaba una herida vieja, por ahí es por donde ha roto», subrayan. Por el resto, los trabajadores apuntan a que el árbol está muy sano y no presenta ninguna otra fractura en su superficie. Y es que cuando el viento se apodera de zonas verdes como este parque, «que se rompan ramas, árboles, arbustos o cualquier otra especie es inevitable».

Aunque la caída de este pino según apuntan «ha sido la más fuerte que hemos presenciado en el parque durante la borrasca Nelson». La caída no solo vino propiciada por las fuertes rachas de viento, sino que el centenario ya contaba con algún que otro defecto, esta vez en su interior. «Parece que tenía una rama cortada de hace mucho tiempo y por ahí es inevitable que la madera se vaya pudriendo, de hecho, está a la vista que esa parte del árbol está negra», explican señalando la zona renegrida ubicada a mitad del tronco.

Los coletazos del viento han sido un fenómeno inevitable en estos días. No obstante, los trabajadores barajan varios escenarios que hubiesen deparado otro tipo de futuro para este ejemplar. «Si el viento hubiese soplado en otra dirección azotando contra la parte sana del tronco, este no hubiese partido», comentan entre ellos. Esto da una pista a los operarios que ya se encontraban recogiendo las últimas ramas caídas del perímetro acordonado. «En circunstancias normales el árbol seguiría intacto pero por las rachas de viento en la zona afectada su caída era inevitable», sentencian.

Por el momento, el trabajo de recogida y saneamiento del entorno queda en sus manos. «No hay mucho más que hacer, ahora mismo solo queda irlo cortando a cachos y cogerlo», afirman e indican que los restos de este pino centenario serán llevados a las dependencias para triturar o para alguna otra función que se demande. El tiempo que se mantendrán en la zona para la retirada del árbol es también una incógnita que depende de muchos factores. «El personal que seamos, la urgencia que haya o imprevistos que vayan surgiendo de más alerta. Por ahora lo único seguro es que la zona quedará acordonada y cerrada al paso hasta que la zona esté completamente limpia», concluyen.