Blázquez comienza a despedirse de sus fieles «impregnado de vivo afecto»

La seo metropolitana acogió este viernes al mediodía, a la hora significativa del Ángelus, la eucaristía solemne del día del patrón y a la gloriosa llegada de la recuperada procesión de San Pedro Regalado, cuyos porteadores iniciaban el camino hacia el altar bajo el sonido envolvente del himno nacional tocado con el órgano catedralicio.

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Fue una majestuosa celebración presidida por el propio arzobispo, quien en su homilía exhortó continuamente a la confraternidad teniendo presente el alma sencilla y humilde de Pedro de la Costanilla que, aunque Ricardo Blázquez sea abulense, reconoció que «también es mi patrón por un motivo inolvidable», refiriéndose así a su estancia en la diócesis y su ahora unión indisoluble con la ciudad dado que desde el sábado pasado es Hijo Predilecto de Valladolid.

Además de por el propio Blázquez, la misa estuvo presidida por el obispo auxiliar, Luis Arguello, y numerosos sacerdotes diocesanos. Todos arropados por el pueblo vallisoletano junto con la corporación municipal encabezada por el alcalde, Óscar Puente, además de otras autoridades como el subdelegado del Gobierno de España, Emilio Álvarez, o el presidente de la Diputación Provincial, Conrado Íscar. Así, se puede calificar como una jornada histórica y en la que el ambiente vivido convirtió a Valladolid en la auténtica 'Ciudad del Regalado'.