Valladolid
La barrera de los niños que van al colegio sin saber españolValladolid
La barrera de los niños que van al colegio sin saber españolLlegar a un país nuevo siendo solo un niño que no conoce ni la cultura ni el idioma. Comenzar a estudiar en un colegio sin entender las explicaciones del profesor, porque habla en una lengua que desconoces. Más aún, no poder comunicarse con los compañeros, ... porque es difícil entender a los demás, pero también que el resto te entienda. Son situaciones recurrentes que ocurren en los colegios de Valladolid. Y pasa tanto en las aulas de la ciudad como en las de los municipios de la provincia. Ocurre, por ejemplo, en las de Villalón de Campos, en el centro educativo Jorge Guillén. «Hemos tenido niños que llegaron sin saber hablar español y que han terminado Bachillerato. Así que sí, se acaban poniendo al mismo nivel que sus compañeros», asegura Marta Maroto, directora del instituto, donde este curso trabajan con dos alumnos que tienen un desconocimiento total del idioma.
Publicidad
Son en su mayoría niños que llegan con el año escolar ya iniciado. «No participan en las actividades de los primeros días, donde los nuevos compañeros se conocen. Entonces lo que hacemos es que en un primer momento les acompañe una orientadora u otro alumno que hable el mismo idioma, así pueden estar más tranquilos en ese primer momento», explica. En la mayoría de los casos, apunta la directora, se trata de niños de Bulgaria, Rumanía y de Marruecos. «Los alumnos se implican mucho con ellos, incluso en exceso. Les decimos que también tienen que aprender. A veces también hablan inglés y la cosa es más sencilla». Pero no siempre hay otro alumno que conoce el idioma. Es aquí cuando desde el centro hacen una prueba de nivel. «Tenemos casos de alumnos que eran analfabetos en su propio idioma. Esto facilita en parte el aprendizaje, porque hace que avancen muy rápido en español», explica Maroto.
Noticias relacionadas
Primero, empiezan con la lectoescritura y siguen con las matemáticas en castellano para aprender el lenguaje y las habilidades básicas de alfabetización. La socialización es otro de los aspectos clave que trabajan. «Intentamos que en los recreos entren en un grupo, que es difícil. Pero es toda una inmersión lingüística durante la mañana». A esto ayuda todo un equipo de profesorado implicado y con la figura de PT. «Hace de profesora de compensatoria y trabaja diferentes actividades con cuadernillos y aplicaciones informáticas. Aprenden vocabulario básico, del día a día. Como del centro, de la calle, del cuerpo humano y comunicación oral», apunta la directora.
Una de las características del proyecto que tiene el Jorge Guillén para apoyar a los niños que no saben hablar español es la figura de los alumnos ayudantes. «El momento en el que rompen el hielo con sus nuevos compañeros es muy importante, pero la cosa no se queda ahí. Tenemos alumnos que les acompañan, les ayudan a socializar, les implican y eso hace que avancen y aprendan el idioma», explica Maroto, quien toma el ejemplo de una niña que cursa primero de Secundaria y que entró en el primer trimestre. «Su acompañante la ha incorporado en su grupo de clase y su avance ha sido muy rápido, ahora es muy autónoma», asegura Maroto.
Publicidad
El centro cuenta con doce alumnos ayudantes que adquieren esta labor durante todo un año natural, donde ayudan a sus nuevos compañeros. «Hacen una semana de formación. Les enseñamos técnicas de escucha activa, de observación y de contención. También la importancia de la empatía, de ponerse en el lugar del otro. Y esto requiere un esfuerzo por todas las partes, porque la formación la imparten los profesores. Tenemos que reorganizar los horarios y también las actividades, para que no pierdan el ritmo», explica. En definitiva, es un trabajo que hace que se implique todo el centro.
Además, cuanto más mayores son los niños, más complicado es hacer que aprendan el idioma. «A medida que crecen se complica. El vocabulario es más difícil que cuando son más pequeños, que es cuando es más fácil que aprendan español», asegura Maroto. Según su experiencia, en dos meses ya se nota que un niño te entiende. «Hace falta más tiempo para que se adecuen al nivel de su edad, pero tenemos casos de niños que no hablaban español que ahora lo hacen perfectamente. El momento definitivo es cuando empiezan a hacer preguntas. Ahí es cuando sabes que la cosa va sobre ruedas», asegura.
Publicidad
Junto con el propio idioma, otro de los problemas que aparecen en estos casos es que los alumnos muchas veces se incorporan una vez comenzado el curso, lo que también añade la dificultad de adecuar las lecciones en mitad del año escolar. «Es curioso decirlo, pero es algo que tenemos tan asumido que ya no nos pilla de improviso. Lo primero que se hace es esta prueba de nivel de competencia curricular, para determinar cuánto saben y a partir de ahí se organiza», explica la directora. Y una vez obtenido el resultado ya se decide en qué puntos focalizar la atención. «Hacemos informes semanales con los profesores, donde analizamos las competencias de comprensión oral, escrita, el vocabulario o la relación con los compañeros», añade. Y luego, según avance, esos informes pasan a ser cada dos semanas o mensuales. Si hace falta, también se refuerza sobre una materia concreta.
Por si fuera poco, el problema del idioma muchas veces se traslada al hogar, porque los padres tampoco conocen el español. Incluso son los niños los que tienen que hacer las veces de traductor. En la capital, existen organizaciones que también centran sus esfuerzos en que los progenitores aprendan español para favorecer su integración. Por ejemplo Pajarillos Educa, que tiene un proyecto destinado a estos casos, como el de 'Mujeres y Sueños', orientado a mujeres extranjeras que tienen escaso conocimiento del español y donde se especifica que la mayoría de las personas que acuden son mujeres de cultura árabe con muy poco conocimiento del idioma. «La intención es conocer y aprender el idioma español, disminuyendo la barrera del idioma para favorecer la integración y la inclusión social», se explica en la página web del proyecto.
Publicidad
De vuelta a Villalón de Campos, Maroto destaca la importancia de que los alumnos mantengan su lengua materna. «Hemos tenido casos de niños que han dejado de hablar búlgaro, que también es una pena. Y por ejemplo, tenemos en segundo de Bachillerato una alumna que todavía tiene que acompañar a su madre al médico, porque no habla castellano. Y no tan lejos, en las tutorías también hacen las veces de intérpretes», comenta la directora.
A pesar de las dificultades que se puedan suponer, el último informe PISA reflejaba que los alumnos inmigrantes de Castilla y León obtuvieron los mejores resultados a nivel nacional en lectura, con 474 puntos, cuatro por encima de las regiones que obtuvieron la segunda posición, que fueron la comunidad de Madrid y Cantabria. Además, los alumnos de la comunidad están cincuenta puntos por encima del País Vasco, que registró la calificación más baja del país. En el apartado de matemáticas, los estudiantes de 15 años inmigrantes de Castilla y León alcanzaron una calificación de 459 puntos que los sitúa en la cuarta posición, nueve por debajo de la primera posición y 36 por encima del peor resultado. En la tercera variable que analiza el estudio, en ciencias, estos alumnos alcanzaron el segundo puesto a nivel nacional, compartido con Navarra con 471 puntos, trece por debajo de la primera comunidad y 37 por encima de la última.
Publicidad
En datos, 2.842 alumnos de Castilla y León que cursan Educación Primaria y Secundaria estudian sin saber el idioma. Niños de entre 6 y 16 años que van a clase sin tener conocimiento del español. Son alumnado que proviene de otos países, según los datos recogidos por los centros docentes en la aplicación de Atención a la Diversidad con fecha a noviembre de 2023, en la tipología de desconocimiento del idioma. La mayoría de ellos son estudiantes de Educación Primaria, que suponen el 63% de todos los casos de niños que desconocen el español y van a clase en los colegios de Castilla y León. El 37% restante corresponde con alumnos que cursan la Educación Secundaria.
Desde la Plataforma Social de Castilla y León explican que el apoyo que puede prestar el profesorado de las clases compensatorias es muy limitado, por las complicaciones que también tienen los profesores para comunicarse con los alumnos más allá de en las lecciones. La organización también plantea una serie de aportaciones tras una reunión mantenida con diferentes centros escolares y donde se indica que el problema del idioma también aparece en los alumnos que provienen de países de Latinoamérica. Según datos del Ministerio de Educación, en toda la comunidad hay matriculados 8.643 alumnos que provienen de países de Sudamérica. Es el lugar de mayor procedencia entre el alumnado extranjero de la comunidad. «Parece que es el mismo idioma, pero hay ciertas expresiones y palabras que tienen significados completamente diferentes», matiza Jorge Félix Alonso, uno de los portavoces de la plataforma. Desde la Plataforma Social de Castilla y León también demandan a la Junta la puesta en marcha de un plan de acción específico para la enseñanza del español al alumnado inmigrante y una intervención específica con los que además tienen desfase curricular.
Las capitales de provincia de Castilla y León suman 692 alumnos de Educación Primaria que estudian con desconocimiento del español, mientras que 1.120 están en la misma situación en el resto de los municipios, a excepción de las ciudades principales de cada provincia. En total, los alumnos que desconocen el español en Primaria asciende hasta los 1.812 niños. La mayoría de estos corresponden con Valladolid, donde hay 310 alumnos; seguido de León, con 271 Burgos, con 209; Ávila, con 205; Salamanca, con 188; Segovia, con 173; Soria, con 166 y Zamora, con 122, que cierra la serie. Cabe destacar que la mayoría de los casos se producen en los municipios de la provincia, sin contar los datos de los centros educativos de las capitales. La situación es la contraria en el caso de la Educación Secundaria, donde la mayoría de los alumnos con desconocimiento del español están en las capitales de provincia. En total ascienden hasta los 1.030 alumnos, 535 en capitales de provincia y 495 en el resto de municipios.
También hay diferencias geográficas a la hora de hablar de los casos de desfase curricular. Aquí, la mayoría están en los centros educativos de las capitales de provincia, donde hay 1.298 alumnos en esta situación, frente a los 861 que estudian en municipios fuera de las ciudades. Más concreto. Valladolid repite como la provincia donde más casos existen, con 537 en total. Siguen Burgos, con 308 alumnos; Segovia, con 265; Salamanca, con 225; León, con 199; Soria, con 166; Zamora, con 164; Ávila, con 156 y Palencia, con 124 alumnos con desfase curricular. Además, la mayoría de los afectados estudian Educación Secundaria, donde hay 1.124, algo más que los 1.035 que aún están en Primaria. Según concretan desde Red Delicias, la experiencia es que el alumnado que desconoce la lengua española tiene entre uno y dos cursos de desfase curricular. Por su parte, los datos del Ministerio de Educación concretan que la mayoría de los alumnos extranjeros de la comunidad estudian en centros públicos, el 78% del total.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.