El Banco de Alimentos de Valladolid pide ayuda económica para afrontar el aumento de las necesidades

La pandemia del coronavirus ha restringido la entrada de alimentos por varias de las vías habituales (como las operaciones kilo y las mermas de lo que no utilizaban los supermercados) y eso puede provocar que, si continúa el confinamiento y siguen aumentando las necesidades, llegue un momento en el que no haya víveres suficientes para atender las necesidades de los usuarios.

Antes de la crisis sanitaria, el Banco de Alimentos suministraba comida a 15.033 vallisoletanos. Hoy, esa cifra ya ha crecido en torno al 15% (unas 2.200 personas más), según las apreciaciones de las ONG que trabajan directamente en el reparto de alimentos. Y el temor es que sea aún mayor si continúan los ERTE, los cierres obligados de comercios y bares y la escalada del paro.

El Banco de Alimentos ya ha tenido que modificar el plan de acción que tenía previsto para afrontar la crisis. Durante la segunda quincena de marzo, aceleró el reparto de víveres para que las familias necesitadas estuvieran abastecidas hasta el 15 de mayo. Su intención era permanecer cerrado desde principios de abril para evitar que se propagara el virus entre sus voluntarios y beneficiarios.

Sin embargo, el aumento de las peticiones de ayuda ha hecho que las 207 toneladas inicialmente previstas no sean suficientes. «Hemos tenido que abrir, al menos, un día a la semana para atender las peticiones de urgencia. Y las entidades de reparto (asociaciones, parroquias...) saben que pueden llamar en cualquier momento», indica Jesús Mediavilla, presidente del Banco de Alimentos en Valladolid. La sede local «no tiene en estos momentos falta de productos, aunque sabemos que en Palencia sí que escasea la leche y el aceite», dice Mediavilla.

El riesgo que se corre es que empiece a faltar 'stock'. Las operaciones kilo han quedado suspendidas (para evitar que los alimentos pasen por varias manos antes de su llegada a la sede de la ONG). Además, para el mes de mayo estaba prevista una gran recogida en los supermercados, en una campaña que el año pasado consiguió 400.000 kilos de comida en Castilla y León. Es la segunda gran inyección de la ayuda ciudadana para la entidad, después de la macroperación kilo que llena en noviembre las despensas del Banco de Alimentos de cara a la Navidad. «Imaginamos que no habrá problemas, pero en junio tiene que llegar toda la mercancía del fondo europeo de atención a desfavorecidos», dice Mediavilla. Para evitar posibles desabastecimientos, el Banco de Alimentos ha lanzado esta llamada para conseguir fondos económicos. El dinero servirá «para comprar directamente a los productores», explican.

Para colaborar, han habilitado tres cuentas en otras tantas entidades bancarias.

Santander: ES96 0049 5452 1921 1634 8151

BBVA: ES43 0182 6551 9802 0855 5781

La Caixa: ES98 2100 3489 5122 1002 0796