Secciones
Servicios
Destacamos
La picaresca en las horas previas a la declaración del estado de alarma, decretado el 14 de marzo, hizo que muchos viajaran desde las ciudades a los pueblos para pasar el encierro en sus segundas residencias, desoyendo las recomendaciones del Gobierno de evitar cualquier ... tipo de traslado porque eso contribuía a propagar el nuevo coronavirus.
Así ha ocurrido en Traspinedo, Montemayor, Villabáñez o Viana de Cega, que han visto cómo los numerosos chalets que acogen sus términos están habitados antes de lo habitual. Para insistir en que la obligación de quedarse en casa atañe a todos, en especial en esta Semana Santa, los ayuntamientos están recordando la importancia de no saltarse el confinamiento y avisan además de la intensificación de los controles estos días por parte de Guardia Civil y Ejército, que recorrió ayer Villardefrades.
Javier Fernández, el alcalde de Traspinedo, es uno de los regidores que han emitido mensajes para evitar comportamientos que no se ajusten a lo estipulado. En un contundente bando, incide en «la prohibición de trasladarse a segundas residencias», apelando al «sentido común y la responsabilidad social de todos como un acto de solidaridad con los vecinos de la localidad, queremos proteger a la población para que no haya más contagios».
Como él, el primer edil de Viana de Cega, Alberto Collantes, sigue animando 'a los suyos' a quedarse en casa. Lo hace a través de vídeos, información en redes sociales y comunicados donde pide «más responsabilidad a esas personas que no están cumpliendo del todo con el confinamiento. No queremos dar la noticia de que gracias a la irresponsabilidad de algunos el virus se ha llevado a alguno de nuestros vecinos».
En el caso de Villabáñez, que comprende las urbanizaciones de Peñalba y Carraduero, el alcalde, Juan Ávila, también tiene constancia de que «alguna persona se ha tomado la libertad de venir a su segunda casa e incluso un vecino de Carraduero ha sido denunciado por la Policía Local cuando volvía a Valladolid».
Langayo, en la comarca de Peñafiel, fue pionero en publicar un edicto destinado a ese tipo de residentes el mismo día 14. El primer punto exponía que «todos los estudiantes y otras personas procedentes de otras comunidades afectadas, como puede ser Madrid, con alto índice de afectados, deberán permanecer en sus domicilios». El alcalde, Demetrio Martín, lo dictó en cuanto supo que «a una persona del pueblo que vive en Madrid se la había visto por aquí, pero ya no está». Estos días no espera «gente de fuera», pero el Consistorio estará pendiente por si se diese el caso.
Siempre han sido hospitalarios y solidarios en fechas señaladas como fiestas patronales, puentes y vacaciones, pero ahora las señales de prohibido el paso y los bandos en los que se ruega a los forasteros que sean responsables y se queden en sus primeras viviendas son habituales en la comarca de Tierras de Medina. El primero en blindarse fue Alaejos, que una vez más reclama en sus perfiles en redes que los forasteros dejen sus visitas para cuando pase el Covid-19. Lo mismo exigen Bobadilla del Campo y Pollos.
Noticia Relacionada
Los que por primera vez han tomado la decisión son Fresno el Viejo y Ataquines. El alcalde del primero, Luis Miguel Muñumer, rememora que «al principio del confinamiento tuvimos algún caso de alguna familia de Madrid que viene todos los fines de semana y en cuarentena decidió venir. La gente empezó a quejarse y emitimos un primer bando, y ahora con motivo de la Semana Santa hemos publicado otro». En el segundo el regidor, Héctor Arroyo, concreta que «somos un pueblo en el que hay muchas casas de vecinos que viven de manera habitual en Madrid y otras comunidades, pero por el momento no tenemos ni hemos tenido problema de que vengan durante el confinamiento».
Rueda baraja la posibilidad de emitir un edicto en la misma línea y Tordesillas, según su primer edil, Miguel Ángel Oliveira, además de bando realizará a lo largo de toda la semana publicaciones en sus perfiles de redes recordando procesiones y pasos.
Coronavirus en Valladolid
En Torozos también hay pueblos que han querido protegerse. El madrugador bando firmado el 13 de marzo por Mercedes Motrel, alcaldesa de San Román de Hornija, ya avisaba a todos de que no aprovecharan el parón lectivo y laboral para irse al pueblo. «Tranquilos, San Román no se va a ningún sitio. Os necesitamos después de esta crisis», decía.
Emilio Gómez, alcalde de San Cebrián de Mazote, se ha curado en salud y a través de Facebook ha pedido que «por solidaridad con nuestros mayores, esta Semana Santa no os desplacéis al pueblo. Tiempo habrá». Otro que ha usado las redes sociales contra las visitas indeseadas es Luis Miguel Serrador, regidor de Velliza, que ha querido «recordar la prohibición de desplazamientos a segundas residencias, lo que se hace más necesario en Semana Santa».
En San Miguel del Pino el Ayuntamiento puso un bando hace una semana para advertir de que «no están permitidos los movimientos de población que no estén justificados conforme a la normativa. En caso contrario se dará aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para que actúen». En Peñaflor de Hornija la corporación ha apelado a la responsabilidad y el sentido común de todos, y ha pedido a los hijos del pueblo «que permanezcan en sus residencias habituales hasta que la crisis haya pasado».
Otros destinatarios de los mensajes de los alcaldes son los turistas. En Urueña –con mayoría de personas mayores, como el resto– el regidor, Francisco Rodríguez, hizo al inicio del encierro una contundente reflexión en Facebook donde pedía responsabilidad y sentido común a quienes se lo tomaban como unas vacaciones. «De nada sirve si ahora venís, y perdonad, sí, los de Madrid, a pasar el fin de semana aquí, al pueblo, a hacer turismo», sentenció. Señaló que prefería «un mes sin que venga nadie a visitarnos a que se contagie la gente de Urueña», e ironizó sobre el hecho de que «la muralla va a seguir estando ahí por muchos más siglos, así que tiempo de venir vais a tener».
Municipios del alfoz de la capital también adoptan medidas para evitar traslados. Así, Simancas mantendrá la vigilancia especial de la Policía Local, si bien «la población se está comportando con obediencia y responsabilidad», según el alcalde, Alberto Plaza. La situación es similar en Arroyo, donde los agentes y Protección Civil «velan por el cumplimiento de las normas e informan a los viandantes», destaca el regidor, Sarbelio Fernández.
Información elaborada con textos de Sofía Fernández, Agapito Ojosnegros, Patricia González, Laura Negro, Miguel G. Marbán y Jota de laFuente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.