Valladolid

El Ayuntamiento descarta declarar la ruina del bloque okupado para ordenar su desalojo

«Hemos subido hasta la cubierta y efectivamente, hay elementos en mal estado, pero no corre peligro en cuanto a la caída de ningún tipo de cascote a la calle, por lo tanto, los trabajos que hay que acometer siguen ajustándose a la orden que teníamos lanzada a la Sareb», ha explicado el edil. Esto supone que «no se puede declarar el inmueble en ruina», lo que implica que el Consistorio no tiene por el momento «ningún instrumento legal para decirle a la Policía que saque a estas personas», ha aclarado.

Decretar la ruina del edificio era la única posibilidad a corto plazo para desalojar el inmueble forzosamente, después de que tras una primera visita de los Servicios Sociales la familia instalada declinara abandonar la vivienda que okupan en el primer piso ante la falta de una alternativa habitacional. Estaba prevista una segunda reunión este jueves en las dependencias de los Servicios Sociales para seguir buscando una solución, pero desde el Ayuntamiento aseguran que no se han presentado.

«Por el momento no han aceptado ninguno de los recursos ofrecidos, aún así seguiremos intentándolo», ha avanzado el concejal de Urbanismo, Rodrigo Nieto, sin concretar si les han trasladado más alternativas. Durante el primer encuentro las trabajadoras sociales ofrecieron a los ocupantes una ayuda para abordar la entrada a un alquiler que debían buscar por su cuenta. Una solución insuficiente para la familia, dado que pese a que aseguran estar dispuestos a pagar una renta, no veían viable conseguir un contrato de arrendamiento debido a una situación laboral inestable.

Pese a ello desde el Consistorio destacan que existe buena voluntad y confían en que abandonen el inmueble en cuestión de días. «Mantienen contacto telefónico, lo cual significa que están abiertos a buscar cualquier solución, no es una familia conflictiva en absoluto, estamos optimistas» recalca Zarandona, que explica que las sensanciones trasladadas al Consistorio por las patrullas que vigilan el inmueble es que la actitud de la familia okupa es la de «abandonar el edificio en dos o tres días».

Si esto se produjera el siguiente paso sería «cancelar el edificio» con un sellado temporal similar al de calle Olmedo, hasta que «en septiembre se pongan manos a la obra», en referencia a la empresa contratada por la Sareb para acometer los trabajos pendientes desde hace cuatro años, cuando se aperturó un expediente por la caída de material de la cubierta a la calle.

Aún así desde Urbanismo ya contemplan como escenario la posibilidad de que la Sareb aborde las obras con la familia dentro, si las conversaciones no llegaran a buen término, ante la necesidad de que «de manera urgente se acometan estos trabajos», ha concluido el concejal, que apunta a que la okupación no será una excusa para seguir prolongando las obras de seguridad: «Esperemos que cuando vengan esté resuelta y aunque no lo estuviera, cuando se hacen obras en un edificio la gente sigue viviendo en el domicilio»

Por su parte desde la Sareb han explicado que el retraso en la ejecución de los trabajos se debe a que el edificio está en un «limbo legal» por la reclamación de su titularidad por parte de una entidad bancaria, pero que se han ido acometiendo «reparaciones de urgencia» de menor calado, aunque recalcan que «no reune los requisitos de habitabilidad» para que los okupas puedan quedarse en el inmueble.