Una avería obliga a trasladar en bus a cientos de viajeros de trenes en Valladolid

Sobre las nueve menos cuarto de la noche, Renfe ha comunicado que la circulación se ha restablecido en el tramo afectado y los trenes «van recuperando sus marchas progresivamente». Desde la compañía afirman desconocer el número de viajeros que se han visto perjudicados por esta circunstancia, aunque señalan que los trenes afectados son los de media distancia que transitan entre Palencia y Salamanca, a cuyos viajeros se ha transportado en autobús de Valladolid a Medina del Campo, en ambos sentidos, para que pudieran retomar la marcha evitando el tramo en el que permanece el tren averiado. Y también se ha visto afectado el tren que va de San Sebastián a la estación de Príncipe Pío de Madrid, cuyos viajeros han sido transportados en autobús hasta Valdestillas o en las plazas libres de los Alvia disponibles, con parada en Chamartín.

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Este problema ha hecho que las caras de los viajeros que pretendían subirse al tren en Valladolid para llegar a sus destinos se convirtieran en todo un poema. Una de esas viajeras es Beatriz de Guevara. «Desde que tenía que haber llegado a mi casa hasta que he llegado han pasado dos horas. Esto ha sido caótico porque no había información. Han puesto autobuses y ni lo han anunciado por megafonía. Espero que mañana pueda ir a trabajar en tren», afirma esta mujer, que es una de los centenares de afectados por esta avería.

Las caras largas se extendían por el vestíbulo de la estación Valladolid Campo Grande y la indignación era palpable en la mayoría de los presentes. Arturo García y Matilde García, un matrimonio abulense de 79 y 80, respectivamente, no podían creer que después de una jornada complicada en el médico tuviesen que pasar por un retraso en el tren. «Es una vergüenza que nos tengan en la estación sin darnos información», repetía esta pareja, que se quedaba de la falta de respuestas. «Solo nos han dicho que nos metiéramos dentro, que fuera hace mucho frío», afirmaba Matilde con pesar. Aunque otros eran más estoicos, como Francisco Alonso. «Yo tengo que llegar a Salamanca y, si no queda más remedio, iré en autobús», apuntaba este hombre con resignación.

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Y entre tanta cara larga de los afectados, uno de ellos no dejaba de sonreír, aunque fuese por las exigencias de sus fans. El cómico Joaquín Reyes fue uno de los viajeros que se vieron perjudicados por este problema y fueron varias las personas que se le acercaron para pedirle un selfi, a lo que accedió con agrado y regalando su mejor sonrisa. «Tengo una reunión en Madrid y nos vamos volver en coche de alquiler porque a lo mejor no llego», explicó el humorista albaceteño, que ha decidido pasar el fin de semana entero en Valladolid después de participar el sábado por la mañana en el foro de la cultura. «Había estado en varias ocasiones en Valladolid, pero este fin de semana he podido disfrutar más de la ciudad. He ido al Museo Nacional de Escultura, que es increíble, y también me he pasado por la Pasión para ver la exposición de Alberto Corazón», explicó Joaquín Reyes, que solo ha encontrado una pega en su visita a la ciudad: el trayecto de vuelta.