Aumenta el vandalismo grafitero en Valladolid

Cabe destacar que en 2021 se mantuvo el toque de queda hasta el 9 de mayo, hecho que dificultaba la labor de los grafiteros para pintar durante la noche. Aun así, se registraron en todo 2021 un total de 39 sanciones por dañar la estética del mobiliario urbano, aunque la proliferación de pintadas en plazas, parques, calles y espacios públicos apuntala una tendencia al alza con 33 denuncias que se han interpuesto en lo que llevamos de 2022.

Para tratar de poner solución a este problema y con el objetivo de que los grafiteros no queden impunes ante sus vandálicos actos, el Ayuntamiento de Valladolid incluyó en julio de 2021 el trabajo de una unidad especializada de la Policía Municipal en la lucha contra las pintadas urbanas. Los agentes cotejan -mediante informes periciales y pruebas caligráficas- las firmas que emborronan el mobiliario urbano e investigan la autoría de las mismas y si han realizado más para interponer la correspondiente sanción.

Este trabajo da sus frutos. «Estamos notando muy buenos resultados que permiten identificar a quienes están detrás de las pintadas y desde el Ayuntamiento seguimos trabajando para mejorar estos resultados, por ejemplo, con la formación de más agentes», asegura el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino.

Según el concejal, «no hay barrios en los que predomine un mayor número de grafitis, suelen hacerlo por toda la ciudad y en zonas bien visibles como en el parque Tomás Rodríguez Bolaños o en el Skate Park de Las Moreras», aclara Palomino.

Este sistema de detección permitió identificar y denunciar el pasado miércoles a dos de los grafiteros más activos de Valladolid a los que se atribuye la 'huella' que dejaron en agosto de 2021, semanas antes incluso de que se inaugurasen las pistas de skate de Las Moreras.

La rampa tuvo que ser reparada por los servicios de limpieza debido a los continuos resbalones que sufrían los usuarios de las instalaciones. «Estaba en muy mala zona, justo en la bajada de la pista y al ser un grafiti con relleno era imposible pasar sin resbalar», explica Darío Sanz, un apasionado del monopatín que utiliza las pistas a diario.

«Más incluso que las pintadas molesta la vegetación que cae de los árboles y que ensucia los anexos a las rampas haciendo que nos trabemos constantemente cuando pasamos», lamenta Sanz. Coincide Gabriel Martín, otro skater que hace uso de las pistas y pide «un mínimo mantenimiento o al menos más continuo por parte del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Valladolid».

Las sanciones, tal y como recuerda el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, oscilan entre los 750 y los 1.500 euros si se demuestra que son personas que han deteriorado el mobiliario urbano en otras ocasiones y pueden aumentar hasta los 3.000 euros e incluso ser constitutivas de delito si se realizan pintadas sobre superficies que son consideradas como patrimonio.