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En unas semanas, antes de su aprobación por el Consejo de Ministros a mediados de febrero, el proyecto de la estación de trenes de Valladolid se presentará en sociedad. Pero antes de que eso ocurra, se ha aprobado ya técnicamente el proyecto constructivo. Ha sido ... en el último día del año, lo que el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha celebrado con un mensaje en sus redes sociales. «Hoy se ha aprobado el proyecto constructivo de la estación de ferrocarril de Valladolid. Un día para la historia. Pronto haremos la presentación pública del proyecto y licitaremos su construcción. Para mí es, sin duda, un día emocionante. Hoy, además, mi hija mayor cumple 19 años».
En la documentación que muestra en su mensaje se incluye el presupuesto base de licitación -que después puede sufrir alteraciones en función de las ofertas que se presenten-. Parte de 216 millones de euros sin IVA. Con impuestos, alcanza prácticamente los 250 millones de euros (249,5).
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«El proyecto tiene fecha de diciembre de 2024, siendo sus autores el ingeniero de caminos, canales y puertos Jesús Munguira Hernando y la arquitecta Beatriz Álvarez Martín, pertenecientes a la empresa Typsa», explica el documento. En el párrafo que explica la supervisión ambiental del proyecto se da alguna pista de lo relevante de esta actuación en lo que concierne al tráfico de pasajeros. Así, explica que la nueva playa de vías se ampliará «de las 3 vías destinadas a Alta velocidad hasta las 5 vías de ancho estándar y 2 vías muertas apartaderos», así como las de ancho ibérico, que pasarán a ser «3 vías vivas, con andenes y 2 vías muertas apartadero con andén».
La obra se completa con «una pasarela peatonal de conexión sobre la playa de vías», que une la estación y los aledaños de la Plaza de Colón con los terrenos de los viejos talleres en Farnesio, «un nuevo edificio de viajeros sobre las vías, nuevos edificios ferroviarios, un aparcamiento y la adecuación de accesos a la estación».
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Antonio G. Encinas
También se da una pista de lo que puede demorarse la construcción del nuevo edificio y la remodelación del actual: 43 meses. Un plazo que también puede ser flexible en función de las condiciones de la empresa adjudicataria del contrato. Esto quiere decir que, si se comienzan las obras en verano, entre julio y septiembre, una vez resuelta la licitación, y no se producen retrasos importantes, la construcción se prolongará hasta la Semana Santa de 2029.
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