Corría el 7 de marzo de 1884 cuando el arzobispo Benito Sanz y Forés (sus apellidos han hoy nombre a la calle que discurre por el lateral de Clínico) colocaba la primera piedra del imponente Seminario Conciliar, que ocupaba una enorme parcela entre las actuales ... calles Real de Burgos, Ramón y Cajal y Sanz y Forés, en cuyo lateral (entre Sanz y Forés y Real de Burgos) se levantó en paralelo el convento que acogió inicialmente a Las Salesas y posteriormente, a partir de 1894, a las monjas concepcionistas franciscanas.
Publicidad
Los dos inmuebles anexos, inaugurados el 4 de noviembre de 1885, pasarían por la piqueta en los años setenta del siglo pasado para dar paso a la construcción del Hospital Clínico Universitario. Su historia, sobre todo, la del denominado convento de Jesús María, cayó en el olvido. Hasta hoy.
Noticia Relacionada
Las obras de ampliación del centro sanitario, donde se va a construir un edificio de consultas externas, acaban de sacar a relucir los cimientos del olvidado convento. O lo que queda de ellos. Sus muros de piedra y algunas arcadas decimonónicas pueden verse ahora (por poco tiempo) al descubierto sobre una superficie de 800 metros cuadrados, la que ocupaba la planta del cenobio, a continuación de la sede del Instituto de Biología y Genética Molecular (IGBM), en la calle Sanz y Forés.
Cuarenta millones de euros es el presupuesto estimado para la construcción del edificio de consultas externas del Clínico, que contará con cuatro plantas y 167 consultas en el lateral de la calle Sanz y Forés. Su apertura está prevista inicialmente para el año 2025.
El olvidado convento de Jesús María acogió a las monjas concepcionistas hasta su mudanza (eran 23 entonces) el 15 de noviembre de 1972, a sus actuales instalaciones de la avenida de Santander (pasada la ronda norte, frente al cementerio). Apenas un año antes, el 18 de agosto de 1971, el enorme Seminario Conciliar había sido ya completamente demolido en un momento en el que ya estaba en uso el actual Seminario Mayor de La Rondilla (inaugurado en 1966).
Publicidad
Casi de manera inmediata comenzaron las obras del colosal hospital universitario, que abriría sus puertas el 3 de enero de 1978 y que afronta desde 2007 un interminable proceso de ampliación que ahora vislumbra una nueva fase con el inicio de la construcción del edificio de consultas externas por el lateral de Sanz y Forés, un inmueble de cuatro plantas en el que se prevé una inversión de 40 millones de euros de cara a su apertura, en principio, a lo largo de 2025.
Las catas arqueológicas sobre el terreno, una vez demolida la antigua sala de calderas, han sacado ahora a relucir la planta del antiguo cenobio de clausura de finales del siglo XIX, cuyos restos han sido ya documentados y el pertinente informe obra ya en manos de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta. Dicho organismo, en este sentido, acordará esta semana dar el visto bueno para el inicio de la construcción de esta nueva fase de las obras de ampliación del Clínico, según han confirmado fuentes de la consejería de Sanidad y Cultura. Esta última aclara que, a la espera del acuerdo definitivo de Patrimonio, el vaciado del terreno para cimentar el futuro edificio se llevará a cabo con un control arqueológico del mismo.
Publicidad
De manera que los restos del convento de Jesús María, que se encontraban bajo la sala de calderas del hospital (demolida en 2019), cuyos cimientos de asentaron sobre los del cenobio, volverán a quedar en las próximas semanas sepultados bajo un moderno inmueble que albergará 167 consultas dentro de tres años. Lo mismo ha ocurrido ya con los restos, en peor estado aún, de parte del Seminario Conciliar, que salieron a relucir en paralelo a continuación de los del convento con el derribo del denominado 'edificio Bañuelos', ejecutada también hace tres años.
El seminario y el convento abrieron sus puertas en un lejano 1885 en un paraje de huertas del Prado de la Magdalena y sus muros estuvieron en su día bañados por el ramal norte del Esgueva (hasta su desvío y soterramiento entre 1908 y 1910). La calle que los vio nacer y morir luce ahora el nombre del arzobispo que colocó la primera piedra para su construcción. Aquellos inmuebles, según relataba la crónica de este diario el día de su demolición, «albergaron ayer a una juventud con la mira puesta en la cura de almas y los de mañana albergarán a otra juventud cuyo objetivo es la salud del cuerpo». Aquello ocurrió a partir del 3 de enero de 1978, cuando el Clínico entró en funcionamiento después de años de vicisitudes desde que se anunciara el proyecto en 1967. El actual de modernización y ampliación del centro se remonta a 2003 y debió concluir en 2013. El edificio de consultas externas estará listo, en principio, en 2025.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.