La Universidad de Valladolid pone fin a las fotocopias: «Ahora todo está en el aula virtual»

«Nos damos cuenta que surge la necesidad de dar una enseñanza virtual. No se puede acudir a las aulas y de alguna manera se tiene que seguir impartiendo las asignaturas», comenta Bartolomé Rubia, principal investigador en la Universidad de Valladolid. Y es que en estos últimos años el centro se ha encargado de implementar a gran velocidad la digitalización en la manera de dar clase. Clases online, tutorías virtuales, contenido en línea y otro tipo de recursos que, según afirma el investigador, «van a ir mejorando con el paso de los años».

El proyecto comenzó en diciembre de 2022 y terminará en diciembre de 2024 y su objetivo está bien marcado. «Estamos haciendo un análisis a través del campus virtual sobre las formas de enseñanza a los alumnos con las nuevas herramientas digitales», explica Bartolomé. Identificar el uso que le dan tanto alumnos como profesores al campus virtual no es una tarea sencilla pero el investigador apunta que esto tendrá un resultado muy efectivo «enfocar de la mejor forma posible la formación de los estudiantes por vías digitales, así como del propio campus virtual»

Tanto alumnos como profesores se han tenido que adaptar obligatoriamente a estos cambios que ha dejado la era post covid. Cambios que han sido acogidos «de una manera dócil, aunque siempre haya excepciones», señala. «Este tipo de enseñanza nos salvó la vida en tiempos de pandemia», recuerda el investigador, que no tarda en mostrar cómo ésta se ha alargado en el tiempo por cuestiones de comodidad.

Este modelo de enseñanza «no lleva solo un año», lleva varios cambiando el sistema educativo tradicional y aportando nuevas facetas que hacen más sencillo dar clase a los alumnos. Bartolomé no tarda en destacar la joya de la corona, el material virtual. «Ahora todo el contenido de las clases es digital», relata mientras pone un ejemplo que ve en la propia facultad de Educación. «Si vas a las reprografías de cualquier facultad ya no hay esas grandes colas para fotocopiar apuntes, lo tienen todo en el aula virtual».

El contenido del temario no es lo único que se ha digitalizado, también las clases. Lo que antes era escuchar una vez y enterarte a la primera tiene una forma de pausa y replay. «Ahora gracias a los vídeos que se dejan colgados en el campus, las clases se pueden revivir las veces que ellos quieran», comenta. Además, la planificación de las clases se ha vuelto más «organizada, estructurada y sistemática», cosa que antes se volvía más difícil. «En el campus virtual el contenido está organizado por temas y por semanas para que el alumno pueda acceder sin problemas»

Aunque en el ámbito docente se haya avanzado gracias a esta digitalización, los alumnos han tenido que hacer cambios en su forma de estudio y de trabajo. De esta forma los universitarios han pasado de ser receptores de contenido a ser los propios creadores del mismo. «Todo el material que el alumno generaba antes era por escrito y ahora puede hacer vídeos, infografías y muchas cosas gracias a los avances digitales», señala Rubia. Aún así al proyecto de UNIDIGIT@L le queda un largo recorrido hasta finales de este año. Rubia explica que se encuentran en el proceso de análisis, una parte que destaca como «muy interesante», ya que les permite a estas alturas hacer una previsión de cómo será el modelo de enseñanza en unos años.

Esta forma de enseñanza no solo se ve en los grados universitarios sino también en másteres y posgrados que se han vuelto completamente virtuales. Aunque lo digital sea lo que más se esté utilizando ahora tampoco se puede olvidar el modelo original. Bartolomé hace hincapié en que «siempre tendremos presente la posición de ser presenciales a la hora de la enseñanza».