Adiós a El Competidor, tienda de moda íntima desde 1930 en Valladolid

El Competidor lleva casi cien años vistiendo a los vallisoletanos. El primer propietario cerró por jubilación, momento en el que tomó el relevo la familia de la actual dueña y ahora, después del paso de dos generaciones de esta familia, el cartel de la entrada anuncia una despedida que lleva a la dueña a emocionarse. «Yo empecé a ayudar en los veranos cuando era muy pequeña. Con diez u once años venía a pasar el rato aquí y empecé a trabajar con catorce, que era la edad a la que se empezaba en aquella época», relata Mariña, quien no oculta que despedirse de El Competidor le entristece. «Me da mucha pena. No es lo mismo un trabajo en el que te pagan una nómina que uno como el que he tenido yo. He vivido aquí infinidad de crisis: las de los 80, los 90, la del 2007 y después de todo eso hemos ido saliendo adelante», recalca.

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La angustia por decir adiós a El Competidor es un sentimiento que comparten la dueña, la empleada y las compradoras habituales de la tienda. «Todas las clientas se nos quejan. Nos dicen -con guasa- que van a recoger firmas para que no nos vayamos. Hay un producto que se pierde. Eso me da mucha pena y la gente lo lamenta mucho. Además, el asesoramiento que damos, por ejemplo en corsetería, ya no se va a tener», explica la propietaria de este negocio familiar, que resume la razón del cierre de esta manera: «El problema no es que no haya relevo generacional, el verdadero dilema es que el pequeño comercio está como está. Las grandes superficies e Internet nos han dejado una venta casi residual, para un público determinado que lo valora. Si la venta fuese mucho más fluida, yo no me jubilaba, me iba a la jubilación activa, metía gente aquí para trabajar y yo me encargaba de gestionar, que eso lo hago con los ojos cerrados», apunta esta mujer con un discurso crítico. «Nos fríen a impuestos. No hay un apoyo real al pequeño comercio. Yo, por ejemplo, estoy en el casco histórico y nos están cortando continuamente el centro», añade.

¿Y cuándo cerrará El Competidor? Mariña responde a esta pregunta así: «No lo sé. Desconozco el tiempo que me va a llevar. Hay mucho producto pequeñito, pero calculo que seguiremos febrero, marzo, abril y quizá en mayo. Tenemos el producto de siempre a precios más bajos. Vamos a vender cosas que, seguramente sea difícil volver a encontrar, como un tipo de fajas de señora o un estilo de térmico que trabajamos tanto en caballero como en señora», indica Mariña, que está convencida de que el espacio que ahora ocupa El Competidor pronto tendrá un nuevo uso. «Seguro que el local se va a volver a abrir, pero será otro tipo de historia», indica.

A este comercio vallisoletano de toda la vida le quedan solo unos meses, pero su propietaria asegura que para ella hay mucha vida al otro lado del mostrador y que afrontará su jubilación con entusiasmo. «Voy a hacer muchas cosas. Soy una persona inquieta, que ha estudiado toda la vida, y tengo muchas cosas por hacer. Espero que me quede tiempo con salud para hacer todo lo que quiero», indica esta mujer, que ha sido comerciante desde la adolescencia y que se despide de su profesión con un agradecimiento. «Solo puedo dar las gracias a todo el mundo por tantos años. He aprendido muchísimo del trato con la gente, me he sentido fenomenal», concluye la dueña de una tienda de moda íntima que pronto se despedirá del centro de Valladolid.