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El desprendimiento de decenas de cascotes de hormigón de un tamaño más que considerable del viaducto de Arco de Ladrillo ha motivado a media mañana de este martes la enésima intervención por parte de una dotación del Servicio de Bomberos para asegurar la zona y ... acordonar el vano situado junto a la boca del paso subterráneo, del lado que mira a la estación de autobuses, para impedir el tránsito peatonal.
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La caída de los bloques de hormigón del tablero del viaducto, algunos del tamaño de un ladrillo, se ha registrado pasadas las diez de la mañana sin que se hayan registrado heridos y ha sucedido al aguacero caído el martes sobre la capital, cuando se registraron 36,6 litros por metro cuadrado en la jornada más lluviosa del año.
Una de las consecuencias más visibles del aguacero se encuentra precisamente en el veterano viaducto, construido a mediados del siglo pasado y destinado a su demolición para construir un nuevo paso subterráneo bajo las vías. La infraestructura tendrá que volver a pasar en los próximos días por el quirófano por octava vez en los últimos cinco años para asegurar el tramo de la parte inferior del tablero del que se han desprendido los cascotes.
Los desprendimientos han obligado a movilizar una escalada del Servicio de Extinción para picar el tramo dañado y evitar más caídas de cascotes sobre la vía pública. El vano afectado ha quedado cerrado al paso de peatones a la espera de su revisión por parte de los técnicos municipales y una más que previsible intervención para evitar nuevos desprendimientos.
El viaducto de Arco de Ladrillo ha sumado hasta siete intervenciones en el último lustro para reparar o sustituir directamente las juntas de dilatación del tablero, reparar el quitamiedos y retirar las losetas de hormigón que revestían sus pilares. Este último trabajo, cuando se aseguró a su vez el tablero con cuñas, se realizó en 2017 y dejó al descubierto los muros descarnados de hormigón de la infraestructura.
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La Sociedad Alta Velocidad adjudicó hace menos de un mes la redacción del proyecto de construcción del futuro paso subterráneo, cuyo coste se estima en catorce millones de euros, que sustituirá al viaducto cuando sea demolida. El horizonte que maneja el Ayuntamiento para el inicio de las obras, que comenzará con el derribo del veterano paso, se sitúa en los primeros meses de 2024. Antes deberá estar construido y en uso el túnel para vehículos proyectado en la Ciudad de la Comunicación, entre las calles Hípica y Adolfo Suárez, destinado a asumir buena parte de la circulación de un viaducto que soporta a diario el paso de cuarenta mil vehículos.
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