Valladolid

Los 355 perros con bonobús de Auvasa realizan una media de 13 viajes diarios

Primera conclusión, la flota no se ha llenado de animales como los detractores de esta medida pronosticaban. Y es que ya se avanzó en su momento que el uso no iba a ser excesivo, sino que los dueños y sus compañeros iban a utilizar el autobús cuando no les quedara más remedio, en caso de necesidad por tener prisa o no contar con otro medio de transporte para llegar al destino deseado. Al igual que se permite la entrada con la mascota en algunos centros comerciales, alojamientos o bares, los autobuses de la capital se han sumado a esta apertura animalista, eso sí con más requisitos que en los casos anteriores con el objetivo de que el resto de usuarios no se sientan incómodos en un espacio reducido como es un vehículo o, al menos, vean que el pasajero de cuatro patas viaja controlado en todo momento.

Hasta el cambio de la norma solo podían acceder a los vehículos públicos los perros-guía de las personas invidentes. Fue con el anterior equipo de Gobierno cuando se abrió esta posibilidad al resto. Y el resultado ha sido positivo. Fuentes de Auvasa reconocen que la aceptación de las reglas de juego para viajar con los perros por parte de los propietarios ha sido total y la responsabilidad ha marcado el primer año de funcionamiento sin que se hayan registrado incidentes reseñables.

Según recoge el artículo 11 del reglamento, los usuarios pueden ir acompañados de pequeños animales domésticos, siempre que estos sean transportados en contenedores o trasportines adecuados, que no podrán exceder la anchura del asiento ocupado. Además, se autoriza el acceso de perros identificados e inscritos en el registro autonómico, siempre que vayan sujetos con correa, lleven puesto un bozal y cuenten con el título de transporte habilitado por Auvasa, una tarjeta que les permite viajar gratis y que se asocia con el propietario.

Eso sí, no pueden ocupar asiento -deben permanecer en las zonas habilitadas para viajar de pie- y su acceso está supeditado a la ocupación del vehículo. En todo caso, solo puede subir un perro por bus. Son los conductores los competentes para autorizar o denegar la entrada tanto porque el vehículo vaya hasta arriba de viajeros como para preservar la seguridad de las personas. Así, los chóferes pueden impedir que acceda un can si presenta signos evidentes de enfermedad o falta de higiene. Auvasa tampoco emite el bono para aquellas razas incluidas en el catálogo autonómico de potencialmente peligrosas, como los pit-bull o los rottweiler, entre otros.

Desde la compañía de transportes también destacan el buen funcionamiento de otra medida incluida en el reglamento que ahora cumple un año. Se trata de la obligación de levantar la mano en parada cuando se quiere que el autobús haga escala en la misma. «Ha permitido mejorar los tiempos de viaje, evitando paradas innecesarias», explican fuentes de Auvasa. A los que son habituales del transporte público no les ha quedado más remedio que acostumbrarse a este gesto después de haber visto como un vehículo pasaba de largo por no haber sido requerido con el brazo en alto. Pero esta obligación ya se ha asentado entre los que esperan su línea en la marquesina.

Por lo demás, el resto de obligaciones incluidas en la norma no han generado conflicto dentro de los autobuses. «Afortunadamente, apenas se han registrado situaciones en las que haya sido necesaria la aplicación del régimen sancionador, lo que refleja no solo el grado de aceptación de la nueva ordenanza entre la ciudadanía, sino también el elevado grado de responsabilidad y civismo con el que los ciudadanos hacen uso del transporte público en la ciudad de Valladolid», recalcan las mismas fuentes. El gerente de Auvasa, Eduardo Cabanillas, confirma la «buena acogida» que, a su juicio, ha tenido la nueva ordenanza que ha sido asumida sin problemas tanto por el personal de conducción como por los viajeros. Así, destaca que en el servicio de inspección de la compañía no se han registrado multas por infracciones graves o problemas recurrentes en su aplicación.