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Las innovaciones en materia de movilidad permanecen avanzando con el fin de proteger a cada vez más conductores y peatones logrando así poner freno a la elevada mortalidad en los accidentes de tráfico.
Si hace unos días se hablaba del 'Event Data Recorder' -más conocido como «caja negra del coche»- como uno de los dispositivos que, próximamente se incorporarán de forma obligatoria a los vehículos de nueva matriculación vendidos en la Unión Europea, este no se trata del único mecanismo de seguridad que pronto será obligatorio.
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El sistema 'REV' o «detector de marcha atrás» es otro elemento que próximamente será de obligada incorporación en todos los vehículos de nueva matriculación comercializados en la Unión Europea, tal y como declaran en el blog 'Motor Mapfre'.
Radares de medio alcance: Emplazados en las esquinas del paragolpes trasero, estos dispositivos emiten ondas que rebotan en los objetos cercanos y permiten determinar su distancia. Pueden detectar objetos a hasta 50 metros de distancia.
Sensores: situados en el exterior del paragolpes, son capaces de detectar objetos más cercanos, a 3-4 metros, por medio de señales de ultrasonido.
Cámara trasera: Es capaz de brindar una visión clara del área trasera del vehículo, ayudando al conductor a maniobrar con mayor precisión y seguridad.
Por medio de estos componentes, el sistema es capaz de detectar un obstáculo, momento en el que emite alertas visuales y sonoras. Las alertas luminosas suelen variar en color, generalmente del verde al rojo, según la proximidad del objeto. Las alertas sonoras aumentan en intensidad a medida que el vehículo se acerca al obstáculo.
A partir de julio de 2024, todos los coches nuevos deberán incorporar el sistema REV como medida obligatoria para mejorar la seguridad vial. Esta norma será aplicable para todos los vehículos de pasajeros comercializados a partir de esa fecha. La medida forma parte de una serie de regulaciones de la Comisión Europea para aumentar la seguridad en las carreteras con el fin de reducir la siniestralidad.
Todos los vehículos nuevos, en todos los segmentos, deben estar equipados con el sistema REV para identificar obstáculos y personas mientras se maneja en reversa. Asimismo, las camionetas y otros vehículos comerciales ligeros también deben incorporar este sistema, ya que a menudo operan en entornos urbanos y áreas con alta densidad de peatones. Los autobuses y los vehículos destinados al transporte de pasajeros, especialmente aquellos que circulan por zonas urbanas y suburbanas, deben contar con este sistema para aumentar la seguridad de los peatones y otros usuarios de la vía pública.
• Reducción de accidentes: Es posible evitar hasta un 31% estos incidentes, de acuerdo con la DGT.
• Mejora del aparcamiento: El sistema REV brinda protección tanto a peatones como a otros conductores y objetos de la vía, disminuyendo el riesgo de accidentes en estacionamientos y áreas urbanas.
Este sistema no solo es capaz de reducir el riesgo de accidentes al circular durante la maniobra de marcha atrás, sino que también puede proteger a los peatones y otros vehículos de la vía. Con la incorporación de este sistema, los conductores pueden disfrutar de mayor tranquilidad y seguridad al volante.
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