¿Existen alimentos que desencadenen la rosácea?

La alimentación es muy importante a la hora de afrontar enfermedades, dados los beneficios físicos que conlleva una dieta equilibrada. En cuanto a la rosácea, una afección de tipo inflamatoria que afecta a los vasos sanguíneos de la cara, también ayuda comer cierto tipo de alimentos. Hay que dejar claro que no es una enfermedad de origen alimentario, sino que hay factores dietéticos que pueden condicionar su aparición, tal y como dice Andrea Izquierdo, nutricionista del CODINUCyl (Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León).

Por lo tanto, es necesario entender que no existe una dieta anti-rosácea, o que hay ciertos alimentos concretos que faciliten su aparición espontánea. Por el tipo de enfermedad que es, conviene realizar una dieta que no favorezca la inflamación, ya no solo en la cara, sino en otras partes del cuerpo.

La dieta antiinflamatoria no cuenta con suficiente rigor científico, aunque se esté hablando de ella. Sin embargo, se le puede dar la vuelta y hablar de dieta proinflamatoria. Esta es la que se debe evitar en la medida de lo posible y la conforman «las frituras, las grasas de mala calidad, los azúcares libres o el alcohol».

Una vez puesto el foco en este grupo alimentario, se pueden identificar aquellos nutrientes que provocan el efecto contrario y muy positivo. Estos son la fibra (en frutas, legumbres o verduras), ácidos grasos omega 3 (en huevos, pescados azules, semillas o frutos secos) u otros micronutrientes como el zinc (en los mariscos), vitamina E como potente antioxidante (aceite de oliva, aguacate, etc.), o los polifenoles (de la remolacha y el tomate, entre otros)».

Tal y como destaca Izquierdo, «no será un alimento milagroso el que pondrá remedio a la rosácea, sino el conjunto de todos ellos. Es más, unos necesitan de la presencia de otros para su mejor absorción, como pasa con el aceite de oliva ayuda al licopeno del tomate, por ejemplo». La importancia estará así en llevar a cabo una dieta equilibrada, controlando los excesos y evitando alimentos dañinos a largo plazo.

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