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N. G.
Domingo, 7 de agosto 2022
El mercurio no hace más que elevarse, el calor sofocante es agobiante. El ventilador solo refresca durante unos cuantos minutos u horas, pero el principal refugio en esta época tórrida es el agua. Hacer largos desplazamientos para zambullirse en el mar o acudir a una piscina para refrescarnos son el remedio para poder sobrellevar este caluroso tiempo. Los dedos se arrugan después de pasar horas en el agua. Durante estos meses siempre surge el mismo tema, el temible corte de digestión. Esperar dos horas después de comer para que no se produjera un corte de digestión, esos 120 minutos se hacían eternos para los más pequeños, mientras que otros lo sobrellevan de la mejor manera posible. Los que lo desafían optan por sumergirse en el agua sin tener en cuenta el tiempo estipulado desafiando.
El tan temido corte de digestión es uno de los tantos mitos veraniegos que se han desenmascarado. Es cierto que hay que tener una serie de precauciones antes de zambullirse en el agua, pero no por ello es de obligatorio cumplimiento esperar dos horas para que no se produzca un corte de digestión.
#Salud El temible corte de digestión por no esperar el tiempo reglamentario (2 o 3 horas) después de la comida es un mito, pero sí hay que adoptar unas precauciones básicas antes de zambullirse bruscamente en agua muy fría. Te las contamos ⬇️https://t.co/GFDEYkpDr3
OCU (@consumidores) August 4, 2022
La interrupción del proceso digestivo se puede dar en el agua, pero también fuera de ella. Normalmente, se da cuando el cuerpo, que está muy caliente por la exposición durante horas al sol, se sumerge de golpe en agua fría. Esto produce una bajada brusca de la tensión arterial y como consecuencia, pueden producirse mareos, náuseas, sudoración, calambres, vómitos, visión borrosa, escalofríos, zumbido de oídos y pérdida de conocimiento. Por ello, para evitar que se produzca la Organización de Consumidores y Usuarios(OCU)recalca tener cierta cautela.
• Evita zambullidas bruscas después de las comidas, pero también después de hacer ejercicio intenso o después de haber estado expuesto al sol durante un tiempo prolongado. No te metas al agua de golpe, es mejor hacerlo de forma gradual, mójate los pies, las muñecas y la nuca para que el cuerpo se acostumbre al contraste de temperatura.
• No realices ejercicio en las horas de más calor. Se estima que la temperatura más alta del día en verano se registra entre las 17:00 y las 19:00.
• Cuidado con las comidas copiosas. Meterse al agua con el estomago lleno no es buena idea, ya que comer en exceso hará que aumente la temperatura del cuerpo y el organismo tarde más a la hora de digerir los alimentos mejor. Mejor opta por las comidas ligeras.
• Evita la ingesta de alcohol. Favorece a la deshidratación. Ingerir bebidas alcohólicas expuestos al sol hará que aumente el calor corporal. Además es un riesgo para los bañistas.
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Laura Linacero
Rebeca Alonso
Si vemos que estamos sufriendo un corte de digestión o vemos que una persona no se encuentra en las mejores condiciones deberá salir del agua cuanto antes. A continuación, se le arropará con una toalla para que recupere su temperatura corporal. Deberá estar tumbado, con la piernas en alto para asegurar el flujo de sangre al cerebro. Hasta que la tensión arterial no se estabilice se recomienda que siga tumbado o sentado. En el caso de que la persona afectada no se recuperará, se pedirá ayuda al socorrista, a los servicios de vigilancia o llamar al 112.
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