Repelentes de mosquitos naturales y eficaces

Es casi imposible pasar el verano sin sufrir alguna picadura de mosquito. Para evitarlo, existen multitud de repelentes pero en muchas ocasiones no son eficaces y, además, en su composición pueden llevar ingredientes cuestionables para la salud como la N,N-Dietil-meta-toluamida (DEET), tóxica para los pájaros y la vida acuática y potencialmente tóxica para los humanos en grandes cantidades. Para mantener a los insectos lejos y cuidar de nuestra salud lo mejor es utilizar remedios naturales.

Los aceites asenciales puros son grandes aliados para evitar este problema, son fáciles de utilizar y además cunden mucho, aunque no están recomendados para embarazadas y bebés menores de tres meses. Para los mayores de tres meses no todos son aptos, hay que restringir su uso y es necesario seguir varias recomendaciones. Es muy importante tener precaución con ellos, ya que al estar tan concentrados hay que diluirlos en un aceite portador (como almendras, coco, jojoba, rosa mosqueta, etc.) en una crema o en agua con algo de alcohol antes de aplicarlos y, ¡ojo!, utilizar muy pocas gotas (los envases suelen indicar la proporción adecuada), una sola gota diluida (nunca aplicarla directamente) en el caso de los niños. Otra opción es utilizar un difusor especial para aceites esenciales y colocarlo en el lugar donde nos molesten los mosquitos.

Es uno de los pocos aceites esenciales que pueden aplicarse (muy pocas gotas) directamente en la piel sin diluir o también en la ropa en el caso de los adultos. No solo repele los mosquitos sino que además, aporta un agradable aroma. También ayuda a relajarse y a conciliar el sueño. Por todos estos factores es el más suave y adecuado para los niños y bebés a partir de tres meses, para ellos siempre diluido y empleando una sola gota.

Al igual que la lavanda, los adultos también pueden aplicarlo directamente en la piel o en la ropa con precaución y en pequeñas cantidades, aunque siempre que sea posible es mejor diluirlo. Se trata de un aceite muy versátil, no en vano se le conoce como 'botiquín de botella'. Se obtiene del destilado de la planta de australiana melaleuca alternifolia. Tiene propiedades antimicóticas y antisépticas, por lo que puede aplicarse en las uñas para eliminar hongos, en los pies en los casos de pie de atleta y también para el acné. Además, su olor (un tanto desagradable, hay que reconocerlo) consigue alejar a los mosquitos. También es muy útil para alejar a los piojos sin recurrir a tratamientos químicos.

Son unos de los más eficaces contra los insectos, con un aroma es fresco y veraniego. Eso sí, los aceites cítricos son fotosensibles, por lo que no es recomendable utilizarlos si vamos a estar expuestos al sol.

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