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Antes de iniciar cualquier tipo de trayecto, sobre todo si es un viaje de larga duración, es importante asegurarnos no solo de que nuestras cuatro ruedas están en óptimas condiciones, sino también comprobar si disponemos de una de repuesto, o en su lugar, un kit de antipinchazos, algo cada vez más habitual de utilizar. Esto se debe a que en cualquier tramo de la carretera, podemos tener la mala suerte de sufrir un pinchazo, y aunque cada vez más seguros ofrecen la posibilidad de que nos la puedan cambiar en el lugar donde hemos inmovilizado el vehículo, conviene saber cómo se debe realizar este proceso.
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Diego Fernández
Antes de ponernos manos a la obra, es crucial indicar que nuestro vehículo se encuentra inmovilizado. Para ello, debemos colocar los triángulos de emergencia o bien, poner la luz V16 encima del coche, dispositivo que ya puede usarse y que será obligatorio en 2026, ya que la DGT ha tomado la decisión de prohibir los triángulos ante el riesgo que supone bajarse del vehículo, sobre todo en autovías. Una vez hemos advertido al resto de conductores, es momento de cambiar la rueda.
En primer lugar, localiza las herramientas necesarias, es decir, la rueda de repuesto, el gato, la llave inglesa y el adaptador en caso de que el coche tenga tornillos de seguridad. Después, es momento de aflojar con la llave inglesa las tuercas de la rueda, un proceso que no será fácil ya que estas se encuentran muy prietas y hay que hacer mucha fuerza hasta lograr aflojarla. Conviene recordar que si la rueda tiene tapacubos, este se debe retirar, y si alguno de los tornillos es antirrobo, hay que aflojarlo con un adaptador.
Ahora es momento de levantar el vehículo con el gato -es importante asegurarse de que hemos puesto el freno de mano previamente- y colocar la herramienta en una superficie plana del vehículo. Después, podrás elevar el coche girando la manivela del gato hasta que la rueda pinchada no roce el suelo. Después, retira todos los tornillos y coloca la rueda pinchada debajo del coche junto al gato para evitar daños si este cede.
Una vez hecho este proceso, es momento de colocar la rueda de repuesto. Para ello debemos comprobar la posición de la misma, de forma que coincidan los orificios de las tuercas en su lugar. Después, se tendrán que apretar -no del todo- siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Tras este paso, hay que girar la manivela del gato lentamente para que el coche descienda de forma segura. Una vez que la rueda toque el suelo, ya se puede retirar el gato y apretar las tuercas del todo y circular de nuevo con nuestro vehículo. No obstante, esta tiene más limitaciones que una normal, lo que significa que no podemos hacer largos trayectos con ella ni tampoco superar los 80 kilómetros por hora.
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