Secciones
Servicios
Destacamos
La Semana Santa de Valladolid se debe a su Procesión General de la Pasión del Redentor y esta Procesión Magna a los vallisoletanos por saberla heredar, conservar y transmitir. Pero también a los viajeros por apuntarla en sus almanaques, por destacarla en sus misivas y, ... más en la actualidad, por compartirla con orgullo por las redes sociales, como ha sucedido en esta ocasión e forma de hashtag y referencias. Y es que ésta es la Gran Procesión de Valladolid, la que cuenta plásticamente el relato evangélico desde la Sagrada Cena de Jesucristo hasta la angustia de su Madre, pasando por momentos tan emotivos como la flagelación, las caídas, la elevación de la cruz o la propia crucifixión entre los ladrones.
Todas las fotografías de la Procesión General de Valladolid
Todas las fotografías de la Procesión General de Valladolid
El Viernes Santo es un día de ciudad, un día de los señalados en rojo en el calendario porque celebramos la gran procesión de ciudad, porque pertenece al patrimonio de todos, y donde desfilan un total de 20 cofradías en las que salieron anoche cerca de 3.700 hermanos, si bien es bastante difícil de cuantificar a la espera del número definitivo que aporte la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, y que a su vez alumbraron 33 pasos procesionales.
El día de ayer en la capital vallisoletana fue muy largo y que venía a su vez de otro todavía más largo como fue el Jueves Santo con 15 procesiones y más de 5.000 personas en las filas cofrades. La ciudad amanecía al trote de los hermanos a caballo de la Cofradía de las Siete Palabras recogiendo el pergamino con el pregón de las Siete Palabras de manos del cardenal arzobispo Ricardo Blázquez y, tras anunciarlo por toda la ciudad, se procedía a la última lectura en la Plaza Mayor con un cuarto de hora de retraso para celebrar a continuación el Sermón de las Siete Palabras que este año ha estado a cargo de Vicente Jiménez, arzobispo emérito de Zaragoza. Y, tras una frugal comida propia de este día donde todos los restaurantes colgaban el cartel de «lleno», los preparativos se multiplicaban por las sedes de todas las cofradías participantes, de todas las cofradías de la ciudad, que en muchas dejan participar al pueblo justo antes de salir a las calles.
Valladolid vive la Semana Santa
Y así empieza a alumbrarse a un verdadero museo en la calle, una expresión muy manida pero que realmente es un reflejo de la realidad, una realidad de más de dos siglos de historia, desde el año 1810 que ha conllevado muchos cambios hasta la jornada de ayer donde podemos destacar que es una procesión de ligeros contrastes en lo artístico pero donde se da especial importancia a valor patrimonial de las plantas de procesiones de las hermandades y de los propios cofrades. Y el comienzo del desfile es en el entorno de la Iglesia de las Angustias porque, históricamente, algún tiempo atrás, fue esta penitencial la que organizaba en la ciudad la Procesión del Entierro.
El buen tiempo de las últimas jornadas también se quedó este Viernes de a Cruz, lo que facilitó en demasía que absolutamente todas las calles estaban abarrotadas, hasta en varias filas, para contemplar esta vallisoletana procesión de los conjuntos escultóricos que suman un total de 94 figuras. La Unidad Equina de la Policía Nacional volvía a abrir este desfile donde conservamos mucho de aquí pero también tenemos mucho de allí, tradiciones heredadas incluso de otras culturas de Semana Santa que han ido encajando cada una cual puzle perfectamente ensamblado. Con todo, la gran procesión en que se conjuga fe con urbanismo y religiosidad.
La Procesión General de Valladolid contiene desde el primer paso hecho en madera policromada para Valladolid hasta conjuntos escultóricos de hace escasos años. Y además es una procesión entroncada en la propia historia local porque los grandes pasos de la escuela castellana fueron contratados a los grandes maestros por las penitenciales de la ciudad y, más en concreto, por la Penitencial de la Vera Cruz, la de la Pasión, la de las Angustias o la de los Nazarenos pero distintos avatares, en especial con la desamortización de Mendizábal, que provocó que los granes grupos escultóricos hoy no estén al culto por parte de sus propietarios de antaño sino que estén expuestos habitualmente, aunque en reducido número, en el Museo Nacional de Escultura. Así, con estas líneas expuestas podemos indicar que los grandes pasos que más llamaron la atención de los espectadores fueron el mencionado como primer paso de madera policromada que es 'La elevación de la cruz' (Francisco del Rincón, 1604), un conjunto extraordinario en proporciones, movimientos de la escena y de multitud de personajes con un único protagonista: el Cristo de la elevación de la cruz que recibe culto en la actualidad en el Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita. Así, otra de los que más llamaron la atención en la calle, otra de las grandes escenas catequizadoras, que así nacieron los pasos para llegar al entendible de todos los públicos, son 'Camino del Calvario' (Gregorio Fernández y discípulos hacia 1614); 'Preparativos para la crucifixión' (Juan de Ávila, 1679), 'Sed Tengo' (Gregorio Fernández, 1616), 'El Descendimiento' (Gregorio Fernández, 1623) o 'El Santo Sepulcro' (Alonso y José de Rozas, finales del XVII).
En definitiva, la Procesión General de la Pasión mostró la gubia castellana con Rincón, Fernández o Solanes; pero también de los talleres con influencia italiana y afrancesada del siglo XVI como el 'Cristo de las Mercedes' de Pompeyo Leoni o 'Nuestra Señora de las Angustias' de Juan de Juni hacia 1561; de las escuelas vascas como 'Jesús de la Esperanza' (Juan Guraya Urrutia, 1946) o murcianas con el 'Cristo Despojado' (José Antonio Hernández Navarro, 1993) o la mismísima escuela castellana traída al siglo XXI con 'El Prendimiento de Jesús en el Huerto de los Olivos' del vallisoletano Miguel Ángel Tapia (1995-2011).
Otro aspecto a destacar de la procesión de ayer es la vinculación entre la Semana Santa de la capital y la provincia, como por ejemplo, en la parte artística, destacaron en esta planta procesional del Viernes Santo los crucificados de las localidades de Laguna de Duero, Zaratán o Bercero que alumbra la Cofradía de las Siete Palabras; mientras que en el aspecto musical, donde estuvieron insertas en las plantas de procesión bandas municipales o sinfónicas como la de Pollos, de Pedrajas, de Arroyo o de Íscar, cuyo esfuerzo, buen hacer y mejor sonido tuvieron su colofón con la Banda de la Escuela Municipal Mariano de las Heras, que acompañó en el último tramo del desfile a la Corporación Municipal, presidida por el alcalde Óscar Puente, así como otros invitados de la tribuna de la Plaza Mayor incluidas las autoridades eclesiásticas presididas a su vez por el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, en lo que presumiblemente será su última Procesión General de Valladolid dado que ya ha firmado su renuncia y está pendiente de la aceptación por parte del papa Francisco.
Noticia Relacionada
En la tribuna de invitados, asimismo, cabe destacar la presencia de diez embajadores que visitaron la ciudad durante todo el día de ayer destacando los máximos representantes en España de Estonia, Japón, Italia, guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Corea del Sur, Guatemala o Arzebaiyan con representantes de Indonesia y Afganistán, que quedaron «asombrados y maravillados» con la puesta en escena del Viernes Santo de Valladolid dado que también asistieron por la mañana al Sermón de las Siete Palabras.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.