Semana Santa de Valladolid

La Procesión General sale a la calle con una hora de retraso pero con éxito de público

Finalmente, la meteorología ha permitido salir a todas las hermandades vallisoletanas en la gran procesión de ciudad, aunque con la incertidumbre de que alguna borrasca se cruzara en el camino. Pero no. Las inquietudes surgidas por la mañana fueron aplacadas por el sol que por fin se dejaba ver a partir de las cinco de la tarde y por unas previsiones más favorables que en las últimas horas donde han sido muchos litros los caídos en la capital. Una cantidad que influyó en el ambiente especialmente húmedo, la sensación térmica fue templada esta vez, sin el viento de los últimos días.

Y la magna procesión vallisoletana salió a la calle aún aplazándola una hora para evitar posibles chubascos. Había muchas ganas con muchos cofrades y espectadores apostados a lo largo de todo el recorrido. Un gran desfile por lo que significa en lo histórico y espiritual de la capital pero también un desfile complejo por la logística que conlleva en la coordinación de tantas cofradías y tantos pasos. Junta de Cofradías con la ayuda de la Policía Municipal y la colaboración a su vez de todas las hermandades consiguieron que la ciudad viviese otra de sus grandes y sacras noches procesiones en un desfile cuyos orígenes se remontan a 1810.

Con la tradicional oración a las puertas de la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, la cruz y los ciriales portados por los acólitos de la Santa Iglesia Metropolitana Catedral abrían el desfile a las 20.30 horas ante la atención de cientos de personas en la primera parte del recorrido que, ante la confirmación de la decisión de aplazar el comienzo, llevaban cogiendo sitio desde las 18.30 horas, con lo que la espera se hizo más pesada por el intenso frío y el ambiente húmedo reinante. «Pero la espera mereció la pena un año más», decía una familia vallisoletana del matrimonio con tres hijos que indicó ser «muy fieles» a este desfile de Viernes Santo. Y así sucesivamente aunque es verdad que en las calles más amplias del recorrido había menos gente por el frío y el aire entrada la noche. Porque hay que tener en cuenta que la conclusión de la General de 2024 volvió a parecerse a las de antaño dado que terminó más allá de la media noche.

La tarde comenzó un tanto desconcertante entre los cofrades por aquello de a qué hora tenían que presentarse en sus hermandades para el inicio de la procesión. Muchos estaban en sus templos desde el final de los oficios así que durante toda la tarde hubo mucho trasiego de cofrades, vallisoletanos y turistas para ver de cofradía en cofradía el montaje de los pasos procesionales. Mucha gente, por ejemplo, curioseó sobre cómo los grupos procesionales de grandes dimensiones tomaban forma en las calles como el caso de El Descendimiento, propiedad de la Santa Vera Cruz y procesionado este viernes por la Cofradía del Descendimiento, o el paso En tus manos encomiendo mi espíritu, el conocido paso de las tres cruces presidido por el Santísimo Cristo de las Mercedes de la Cofradía de las Siete Palaras.

Y en plena cuenta atrás del comienzo de la procesión es verdad que hermandades como la Sagrada Cena que llega desde la Iglesia de San Pedro; de la Exaltación de la Cruz que llega desde el Carmen de Las Delicias o la Orden Franciscana Seglar-Santa Cruz Desnuda cuya sede está en la Iglesia de la Inmaculada del paseo de Zorrilla, tenían algo más de tiempo para diseñar sus respectivas plantas de procesión y llegar a la hora pactada al punto de salida de esta procesión.

Así, la imagen del Jesús de la Esperanza y de la Sagrada Cena estrenaron este desfile que está integrado por 33 grupos procesionales con el máximo exponente de la Escuela Castellana pero también interesantes modelos escultóricos como el Cristo de la Humildad, el Cristo Despojado o el Cristo de la Preciosísima Sangre. Y, entre unos y otros, pasos tan característicos del patrimonio y la devoción vallisoletana como El Azotamiento del Señor, el Cristo del Perdón, la Elevación de la Cruz, Sed Tengo, La Piedad o el Cristo Yacente. Cerrando, el desfile la Virgen de las Angustias, a imagen de Juan de Juni de mediados del siglo XVI que tiene especial piedad popular.

Tras varios días de agua y viento, casi eternos para devotos y turistas, la Procesión General de la Pasión fue recibida con muchas ganas y con mucha expectación. Admiración y devoción de cofrades de filas y de cofrades de acera que consiguió mitigar el desánimo de una semana como pocas en cuanto a cancelaciones se refiere.

En la tribuna de autoridades, por primera vez en la historia de la General, junto al alcalde de la ciudad, Jesús julio Carnero, y el arzobispo de la Diócesis, luis Argüello, un invitado de excepción, el Nuncio del Papa en España, quien está en la ciudad desde el jueves y aunque visitó numerosas iglesias de cofradías lo cierto es que pudo admirar la Fe y la plasticidad de la ate desfile que discurrió sin incidencias y sin una gota de lluvia.