Valladolid comienza a sumergirse poco a poco en la Semana Santa. Las entradas de las iglesias desprenden ese característico olor a incienso. Los oídos de los cofrades se van preparando para la banda sonora de tambores y trompetas que les acompañarán los próximos días. Y ... por su parte, las cofradías están ultimando los retoques florales para sus carrozas y pasos, que serán los protagonistas de la Semana de Pasión. La planificación lleva meses, pero el resultado final merece la pena si se ponen en buenas manos.
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«La decoración de Semana Santa es algo que ha ido cambiando mucho a lo largo de los años. Ahora se ha modernizado todo más, predominan más clases de flores, más variedades de formas de montaje», señala Jorge Ramírez, dueño de la Flor de la Campiña en el barrio de Rondilla, que lleva desde 2010 dedicándose al mundo de la floristería. «Estos días estoy a tope, no doy abasto», expone el florista que está al cargo de la decoración de la cofradía del Nazareno, de la de Carmen de Extramuros y de la parroquia de San Lorenzo. «También hago alguna cosa puntual para la Vera Cruz y puedo asegurar que cada cofradía es un mundo en cuanto al estilo», indica.
Las tendencias han ido cambiando, pero lo que se mantiene desde siempre es que «la rosa ha sido la reina de Semana Santa, aunque los claveles rojos y los lirios son opciones que están escogiendo muchos ahora». La variedad de estilo, cantidad y tipos de flores en esta materia suponen precios muy dispares que pueden alcanzar precios muy altos.
Jorge Ramírez
Dueño de la floristería La Flor de la Campiña
«Es el caso de la coronación de la virgen en el altar de la Vera Cruz que supuso un coste de 4.000 euros», señala Ramírez. Los precios se han incrementado, y con ellos, el presupuesto que tienen las cofradías para adornar sus pasos y carrozas. «La cofradía del Nazareno cuenta con un presupuesto de 5.000 euros, 1.500 más que el año pasado. Normalmente son ellos los que te ofrecen un presupuesto y con eso te tienes que apañar y empezar a jugar con lo que tienes».
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El tiempo apura, y la Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Con la floristería a rebosar y una persona frente al mostrador gestionar bien el tiempo es primordial. «Voy casi a día por encargo. Vengo a las ocho de la mañana y hasta que lo termine. A veces tengo pedidos de tres cofradías en el mismo día. Todo este trabajo para una sola persona puede aturdir», añade el florista. Y todo ello para que el resultado luzca lo mejor posible alrededor de los protagonistas. «En estas fechas puedo llegar a utilizar fácilmente 6.000 euros de flores para todos los encargos de las cofradías». Encargos, que detrás llevan una preparación minuciosa de la que depende el resultado final. «Según llegan las flores, les corto el tallo, las meto en agua con un polvo que actúa como conservante y lo tengo así el día previo al montaje. Una vez esté todo listo pongo un sellador para que aguanten las flores en buen estado», explica.
Los detalles y labores de montaje van más allá de las puertas de la floristería, muchos de los adornos florales que lucen las iglesias en Semana Santa se preparan 'in situ'. Es el caso de la decoración que elabora la Floristería Rebeca, situada en la calle Angustias, y que lleva más de 30 años trabajando en este ámbito. «Empezamos a hacer decoración de Semana Santa cuando comenzó la revolución de los pasos y Luís Luna Moreno revolucionó todo lo que es el mundo del adorno floral», explica el florista Leopoldo Adiego.
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Leopoldo Adiego
Dueño de la Floristería Rebeca
La floristería hace los encargos de diez cofradías en estas fechas que dependen del trabajo de cuatro personas. «Angustias, El Despojado, su estilo va evolucionando conforme van viendo nuevas propuestas. Antes los pasos salían casi sin decorar y ahora hemos conseguido que la flor sea un poco más protagonista, Siempre buscamos que las cofradías tengan un estilo propio.», apunta Adiego. Rosas, orquídeas y lirios son los grandes protagonistas en la floristería, donde aseguran que en estos últimos años las cofradías han aumentado su gusto y precisión a la hora de escoger adornos florales.
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«Cada vez cuidan más los detalles y buscan que cuando se les haga imágenes a los pasos estén presentados, sacándoles el máximo potencial posible», subraya. Opinión con la que concuerda su compañero de La Flor de la Campiña. «La decoración floral es algo que puede pasar desapercibido pero que lleva estando presente muchos años. En Valladolid se ha comenzado a dar importancia hace poco», destaca Jorge Ramírez, quien ha viajado a otras ciudades para nutrirse de más variedad de estilos. «Empecé en la Semana Santa de León, donde tienen un estilo muy austero. Aquí no necesitamos una decoración tan exagerada, la flor actúa como acompañamiento en todos los pasos», detalla el florista, que explica que «al final los pasos de las iglesias funcionan por la belleza de los elementos que los rodean».
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A diez minutos de la floristería de Leopoldo también se están poniendo manos a la obra con los adornos para Semana Santa. «Estamos preparando encargos para seis cofradías, pero el 90% de los pasos se decoran en la propia iglesia», señala María Molpeceres, encargada de Mary Floristas, frente al Mercado del Val, y nieta de uno de los pioneros en adornos florales de Semana Santa en Valladolid. «Somos la tercera generación que se dedica a este tipo de decoración. Mi abuelo fue el que empezó a decorar los pasos cuando casi nadie lo hacía en Valladolid, junto a la floristería Sabadell que estaba en la Plaza Mayor. Lo hemos mamado desde pequeños.», relata. Es ahora cuando más revive esa tradición familiar, en especial decorando carrozas como la de la Borriquilla.
«Tenemos intenciones de meter propuestas más novedosas a pesar de que hablamos de un estilo muy clásico, por ejemplo la Borriquilla de este año es más silvestre», apunta Molpeceres. Este año rozan el lleno con una gran variedad de encargos. «Ofrendas, besapiés, carrozas y pasos. Es un abanico muy amplio que a veces te permite innovar en el estilo». Y otras no tanto. «En las ofrendas lo que más se suele llevar son los colores rojo y blanco», destaca. Por el momento multitud de tallos, trabajo e ilusión dentro de las floristerías, y fuera «esperando que el tiempo respete las procesiones y todo salga según lo previsto»,concluye.
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