Medina de Rioseco finalizó este domingo su Semana Santa con la celebración de la procesión del Santo Encuentro, en la que participaron los pasos de Cristo Resucitado, popularmente llamado el Bailarín, y la Virgen de la Alegría. Cientos de personas siguieron el recorrido de los ... pasos, deslucido por la presencia de la lluvia.
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La jornada se iniciaba a primera hora con la celebración de la misa de difuntos de La Piedad, que tuvo lugar en el convento de Santa Clara, donde existe una talla de la misma iconografía que fue procesionada por la cofradía. Tras la misa tuvo lugar el desayuno, en el que la hermandad nombró al pardal, José Luis García, hermano de honor.
A media mañana, desde la iglesia de Santa María y en compañía de las varas y banderines de todas las cofradías, partió el Cristo Resucitado, que, pocos minutos después, se encontró con la Virgen de la Alegría en el atrio del Museo de Semana Santa, donde cientos de personas esperaban el emotivo momento.
Fue entonces cuando a la talla de la Virgen, que había salido del interior de la iglesia, se la retiró el velo y la capa de luto. Una vez más, la Resurrección se representó con la suelta de varias palomas blancas. Fue en ese momento cuando la lluvia hizo su aparición, lo que provocó que los dos pasos se refugiaran en el interior del museo.
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Cuando la lluvia amainó, las dos tallas, cubiertas la imágenes con plásticos, se trasladaron hasta le iglesia de Santa María, para la celebración de la misa. La procesión no pudo llegar hasta la Plaza Mayor para que los dos pasos bailaran en recuerdo de los difuntos de todas las cofradías como ocurriera el pasado año por primera vez.
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Miguel García Marbán
Aunque la Hermandad de la Resurrección se volvió a refundar hace unas décadas, fue una de las cofradías que ya existió en el siglo XVI, y de hecho, en 1593, ganó indulgencias y privilegios otorgados por el Papa Clemente VII, quedando agregada a la archicofradía de la Resurrección de Cristo establecida en la basílica romana de San Juan de Letrán.
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Cuando finalizó la misa, los hermanos de la cofradía recorrieron con gran alegría las calles del pueblo a son de las músicas de una charanga. El próximo domingo, las cofradías celebrarán la misa de difuntos, tras la que tendrá lugar el traslado de pasos desde sus iglesias hasta el Museo de Semana Santa. Ya las túnicas, medallas, faroles y horquillas esperan en los armarios con impaciencia a que en Rioseco sea Semana Santa un año más.
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