Natalia Martín, vecina afectada por los ruidos procedentes de fiestas en el casco antiguo de Segovia. Óscar Costa

Natalia Martín | Vecina de Segovia afectada por los ruidos

«No vuelvo a vivir aquí, me da terror encontrarme con ellos»

Se marcha a vivir a Bruselas por una buena oportunidad laboral, pero los problemas de ruidos han tenido peso en su decisión

Lunes, 24 de abril 2023, 07:58

La edad de los estudiantes de IE –entre los 18 y 19 años porque en Segovia cursan solo los dos primeros cursos de sus grados– es uno de muchos factores. Natalia Martín, que prepara su mudanza a Bruselas para huir de un lustro de ruidos ... en un edificio con dos viviendas ocupadas por estudiantes de IE, también en la calle San Agustín, añade otros. «Tienen unos horarios incompatibles con el resto de la humanidad, es un colectivo que vive de noche de lunes a domingo». La temporalidad tampoco facilita las cosas. «Están un año y se van, no hay tiempo para que se integren. Es la lotería; que te toquen unos más tranquilitos o no. En estos cinco años nos ha tocado casi siempre el no».

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Años de irse a la cama sin saber si su portero sonaría de madrugada, uno de tantos aspectos que no han podido tratar con sus vecinos. «Consumen mogollón de alcohol y marihuana, es algo que hemos visto en todos los inquilinos. Cuando les vas a decir algo, están tan puestos que ni te entienden». Natalia lamenta no haber contado con más ayuda. «La policía viene cuando puede y quiere. Se les ha estropeado el aparato de medir o no lo tienen, es un cachondeo».

El problema de convivencia no se limita a los ruidos. Natalia habla de «la forma de estar», de que no reciclen y dejen los vidrios tirados. «Si nos echan, esta ciudad se va a ir a la porra. Y está sucediendo más y más». A Natalia no la han echado, pero casi: prepara su marcha a Bruselas por una buena oportunidad laboral con su marido y sus hijas. «No es que nos vayamos por ellos, pero tienen un peso considerable en la ecuación. Cuando volvamos a Segovia no viviremos en el casco viejo por su culpa. Es que tu vida se hace muy complicada, no te dejan dormir». Ella utiliza una máquina de ruido blanco –ventilador o lluvia– y tapones. «Aun así, les escucho. No vuelvo a vivir aquí, me da terror encontrarme con ellos. No quiero estar viviendo con el enemigo».

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